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Mostrando entradas de diciembre, 2023

Feliz 2024

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Felices lecturas para 2024, el año entrante. Sin Historia, sin Filosofía, somos como gacelas despistadas en plena sabana: víctimas potenciales de leones, hienas, licaones, guepardos, leopardos y chacales. Jesús de la Palma

Tomorrow is today

La discografía de Billy Joel se puede escuchar y estudiar de forma sistemática; en algún momento me detendré para dedicarle un comentario más o menos extenso. Recuerdo un sueño. Hay sueños que dejan huella. Asistí a mi propio funeral y sonaba  Tomorrow is today. En mi boda sonaron dos canciones, las eligió ella, fue un regalo, el más íntimo que me hayan hecho nunca: al comienzo: Rob Costlow, Meant to be; para finalizar, Billy Joel, Just the way you are. Me costó contener la emoción más de lo que no hubiera podido imaginar. La música tiene un efecto catalizador de las emociones. Piano man es una obra maestra, una canción atemporal. La segunda historia de Olive Kitteridge , la novela de Elizabeth Strout, se titula La pianista. La protagonista se llama Angela O’Meara, pero todos la llaman Angie, y toca el piano cuatro noches a la semana en el salón de copas del Warehouse Bar and Grill. Como en la canción de Billy Joel, escudriña el alma de los asistentes de forma lúcida y transparente...

Cande y Jesús, nuestro enlace, 29/12/23

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Decir que hoy es el día más feliz de mi vida puede resultar redundante y hasta vulgar. Vulgar no en su sentido peyorativo, sino etimológico. Pero siendo fiel a la verdad, como no podía ser de otro modo en estas especiales circunstancias, no puedo sino decir la verdad, y la verdad es esa, y no otra. Es un día tan especial porque se cumple el sueño de enlazarme formalmente, a ojos del mundo, con la única mujer a la que he amado. No obstante, para que un día sea el más especial de la vida de una persona, no basta con la alegría bulliciosa, propia de los acontecimientos sorpresivos, inesperados; los momentos más felices en la vida de las personas vienen tras un largo camino recorrido, y siempre avalados por el esfuerzo, la bondad, la honestidad y la comprensión. El día más feliz en la vida de una persona hay que trabajarlo como se trabaja el cristal: con paciencia y delicadeza. Hoy, Cande, mi amor, es el día más feliz de mi vida porque, como dice la canción, sin ti no soy nada. Me has dado...

Casamiento

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Ayer, 29/12/2023, me casé con ella, la misma semana que nos conocimos, trece años después, quizá hasta el mismo día o un día después. En la ceremonia sonó, al entrar en la sala, Meant to be, de Rob Costlow, y al final, Just the way you are, de Billy Joel. Traté de leer desde la tribuna unas emotivas palabras que escribí para la ocasión, pero me fue imposible, me embargó la emoción en la primera línea. Finalmente las leyó su hermana. Fue una ceremonia íntima, con los familiares más allegados; un momento precioso, inolvidable. Lo celebramos en el restaurante Ruta del Veleta. Jesús de la Palma 

Demonios invisibles

Me despierto temprano, sobre las seis, todo está en silencio. Ellos aún duermen. Es sábado. Decido leer. Leer al amanecer para ejercitar la mente como el que sale a trotar con el cielo estrellado aún de fondo para ejercitar el cuerpo. Termino el relato que comencé anoche: El ruletista, de Mircea Cărtărescu. No hay diálogos. Su estilo es ágil y sinuoso, como un rally de montaña. Destapa toda la sordidez posible de los bajos fondos. En los medios de comunicación y en las universidades, en fin, en el debate público, político, se habla de guerras, pero se guarda un tácito silencio sobre el infierno de los excluidos en tierra de bonanza . La corrección del debate público atufa tanto o más que uno de los infectos sótanos donde se llevan a cabo las atrocidades carnavalescas descritas por Cărtărescu. Demonios invisibles que en todo caso inspiran desprecio e indiferencia. Infelices necesitados de techo y comida como perros vagabundos. Cărtărescu aborda con maestría descriptiva la imponente...

La tregua

A cinco páginas de terminar “Un amor”, la novela de Sara Mesa, el bebé se despierta de la siesta. Cierro el libro y jugamos con Chase, un peluche de la Patrulla Canina: «Hola, mi vida, está Chase aquí, mira». Lo toma y se lo lleva a la boca. Lo abraza, sonríe y balbucea: «Ta,ta,ta, ma,ma,ma». Niega con la cabeza mientras yo lo acompaño con tono infantil: «No, no, no». Me he quedado justo en la segunda frase de la página. Mesa se refiere a Nat, la protagonista: «Busca la tregua en el aturdimiento». La he subrayado y la acompaño con un asterisco. Dos ideas me asaltan entonces: primero, aquello que le leí a José María Álvarez de que antes de los antipsicóticos los manicomios olían a locura, pero ¿ha sido buena idea cambiar a Dios por los ansiolíticos? Jesús de la Palma 

Una charla amena

Peluquería. Abro la puerta y lo encuentro sentado, jugando a ¿ Candy Crush ? «Buenas, ¿me puedes coger ahora?». «Claro que sí. Vamos a ello». El corte es clásico y a tijera. Ya nos conocemos. Sabe que voy y vengo. Vivo entre aquí y allí. Le pregunto que si afeita. Me responde que no. Tras un prudente silencio llega la explicación: «Hace más de treinta años que no afeito. Dejé de hacerlo porque la gente dejó de pedirlo a raíz de lo del sida». Hablamos de cine y de actores. Hace referencia a ese actor que era un galán y del que se descubrió su homosexualidad a raíz de la enfermedad. Ninguno somos capaces de recordar el nombre. Yo me acabo de acordar ahora mismo, mientras escribo: Rock Hudson. Todo viene porque me ha recordado, sonriendo, que hoy es el día de los Santos Inocentes. Yo he virado hacia Delibes y Mario Camus. He alabado la interpretación de Alfredo Landa y de ahí he ido a recalar en Imanol Arias. Después he mencionado a Scorsese, DiCaprio, De Niro y Pacino. Él no conocía ...

Ojiplático

Recuerdo la primera vez que leí la palabra ojiplático. Fue a una escritora española. Desde entonces la he usado en alguna ocasión, no sin sentir cierta impostura en el ejercicio de su escritura. La siento como una palabra ajena, prestada. No obstante la sigo usando, quizá, o seguramente, por un vicio mal curado o una carencia manifiesta; en fin, por incompletitud. No soy y nunca seré ese escritor realizado que en ocasiones creo ser; como tampoco soy, en el plano vital, ese hombre realizado, entero, seguro, que en ocasiones creo ser. Cuando ayer hablaba de que la IA nunca podría escribir lo que yo escribo, era precisamente por mis imperfecciones, que me hacen único. No sé nada de la IA, pero quiero pensar que su perfección es lo que la hace trastabillarse a la hora de crear algo genuino. En cuanto a lo que escribí, también ayer, sobre Juan José Millás, se me olvidó anotar que luego recordé haber visto ya la entrevista; no sé si llegué a escribir algo sobre ello. No dije nada de su impon...

Monigotes en serie

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Una entrevista de El País a Juan José Millás: “He leído con más pasión que con la que he vivido”. No podría decir lo mismo de mí. Mi vida fuera de los libros ha sido tan intensa que no cabría en palabras. La grabación, audiovisual, se realiza en la biblioteca del autor. En un momento de la misma hace referencia a “Crimen y castigo”, la novela de Dostoyevski. Narra como, cuando adolescente, se sintió profundamente identificado con el tormento de Raskolnikov. «Yo era un adolescente profundamente atormentado», se confiesa Millás. Solo por eso he tenido ganas de leerlo, de saber más sobre él. Recelo de la gente que ostenta una felicidad común, de la gente para todos los públicos, de la gente conforme con la marcha de los acontecimientos, que más parecieran monigotes hechos en serie que verdaderos seres humanos.  Jesús de la Palma 

IA

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J. M. me habla de la IA: «Verás qué poema le escribe a mi sobrino». Y entonces le da unas mínimas directrices y la aplicación, o lo que sea eso de la IA, hace su magia. El resultado me deja ojiplático; él la utiliza para su trabajo, y se refiere a los resultados como asombrosos . De esto han pasado tres días y aún sigo perplejo; ante la IA, pienso, soy como mi padre lo era frente a Internet: un ignorante adrede. Me asalta inevitablemente la idea del concurso literario al que me presenté hace tan solo unos días. No lo había pensado hasta ahora. Cualquiera puede decirle a ese cacharrito diabólico : «Escribe un relato sobre tal o cual asunto». Y la maquinita creará una obra maestra . He leído a algún profesor debatirse entre la duda y el desconcierto: ¿cómo gestionar, en materia educativa, un asunto tan complejo? La IA, claro está, facilita mucho las cosas, y por lo tanto, ha venido para quedarse. Lo de cacharro diabólico es por darle al parrafito un aire desenfadado, y no por reaccionari...

¿Qué piensan las mujeres?

Pasamos por una tienda y nos detenemos en el escaparate. Una pantalla cambia de imagen y mensaje cada pocos segundos: «¿Quieres vestir como las famosas?», «¿cansada de ropa triste?, entra aquí y sal con diez años menos».  Siempre he querido saber qué piensan las mujeres, y eso solo se consigue tratándolas.  El mensaje de la marca (la tienda es una franquicia) me resulta entrañable, connatural a la idiosincrasia femenina. ¿Qué mujer (a no ser una niña que quiera ser mujer) querría parecer mayor de lo que es? Esa sana e inocente vanidad las hace poder con la vida y la muerte por encima de lo cualquier hombre podría jamás imaginar para sí.  Tampoco conozco a los hombres, pero no me suscitan el mismo interés, porque a quienes verdaderamente necesito es a las mujeres. El hombre promedio pasa más tiempo con una mujer, bien sea novia o esposa, que con cualquier amigo, por muy del alma que este sea. Pero los hombres, por lo general, no conocemos a las mujeres.  Cómo habría d...

Un amor

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Son días atípicos, de trajín, de ajetreo. Elijo lecturas amenas, livianas. Termino con Roberto Artl y comienzo con Sara Mesa. La protagonista de su novela se llama Nat y es una traductora que decide empezar una nueva vida. La escritora termina el primer capítulo con un aroma femenino embriagador. Me seduce e inspira de tal modo que, como suelo decir en estos casos, me deja clavado delante de la hoja. Se trata de esa fuerza sobrenatural, propia de las mujeres, que tanto me fascina y tanto necesito. ¿Por qué desde que he tenido oportunidad, por edad, claro, he estado emparejado? Es bien sencillo de responder: no soy nadie sin una mujer a mi lado. Sara Mesa cierra el primer capítulo de Un amor esbozando una semblanza del carácter femenino universal, a saber: «Nat tiene la posibilidad de cambiar esto, de dar un giro justo hacia el lado contrario, y solo por eso, porque existe esa posibilidad y está en su mano, se niega a rendirse». Jesús de la Palma 

Sobremesa

Ayer, en la sobremesa, su madre sacaba una caja de galletas metálica con fotografías. Estábamos sentados a la mesa camilla. El radiador desprendía un calor intenso. Las piernas me ardían con la feliz consecuencia de una morriña que me indujo a una confortadora duermevela. Era una escena hogareña costumbrista, extemporánea, que me retrotrajo a la serenidad de la infancia. Yo también tengo un cajón lleno de fotografías de otro tiempo que hace años que no abro. Recuerdo asimismo hojear con mi abuela un álbum de fotografías. Había una o dos de estudio, de cuando eran jóvenes. A mi abuelo le encontrábamos un aire a John Wayne. Las había también de un viaje a Benidorm; mi abuela aparece en pareo, a pie de playa, junto a la imponente y paternal figura de mi abuelo. Recuerdo una de mi madre, de cuando era chica, con su vestidito blanco y su media melena negra, entre lisa y rizada. Los padres también fueron niños, aunque a los hijos nos cueste creerlo. Abrir una caja de galletas con fotografías...

Lecturas

En el avión, el pasajero de delante, un señor mayor, jugaba al solitario en el teléfono. El hombre que se sentaba a mi lado, veía una película con Luis Tosar en el papel protagonista. En la hilera de enfrente, un joven leía, aunque no acerté a ver el qué. Yo he pasado el rato leyendo a Roberto Artl y he subrayado algunos pasajes con interés. Me gusta trabajar los libros. Un libro que no se preste a las anotaciones es como un páramo. El personaje principal de la novela expresa su odio, su desesperación y sus ganas de matarse con lucidez y brutal honestidad.  Nos han venido a recoger al aeropuerto, y en la bandeja del maletero estaba el nuevo libro de Ángel Martín, Detrás del ruido. He leído unas cuantas páginas. Utiliza expresiones como del rollo de, o todas esas mierdas;  además, brinda consejos encabezados por el sintagma, aparentemente anodido,  por si te sirve. Brinda consejos como el que se acerca con caramelos a la puerta de un colegio . A todo esto, no me ha sorpren...

Escena de matrimonio

Roberto Arlt me arranca una carcajada con una escena tragicómica de matrimonio. Él la llama puerca y ella a él ladrón. ¡Qué difícil es hacer reír! Máxime con la escritura. Le muestro a C. el fragmento mientras me desternillo, pero no le hace gracia. Lo entiendo; hay que tomarlo en su contexto. Le pregunto si considera que soy gracioso, si en algún momento he sido gracioso. Me responde que «al principio, pero nada del otro mundo». Hay cierto halo de magnificencia en el humor que lo eleva sobre el prosaísmo propio de los caracteres más amargos. Ya es tarde para cambiar, y sobre todo no entra en mis planes; no obstante, hasta no hace mucho deseaba alcanzar ese desparpajo burlón y afiliado, característico de los que caminan por la vida con vitola de triunfadores. Sí me gustaría alcanzar a acertar, cuando escribo, con esas selectas pinceladas humorísticas, secas y sobrias, al estilo de la de Arlt, que intercalan con maestría miseria, amor, zafiedad y agudeza.  Jesús de la Palma 

El Gordo de Navidad

Revisión pediátrica rutinaria: —¿Balbucea y ríe a carcajadas? —Sí. “El que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en Él”.  El reloj lleva casi un mes en el mueble, al lado de la televisión. Se le desprendió un pasador y no he encontrado el momento de ir a arreglarlo. Recuerdo haberle leído a Cela la grafía  reló .  Sin darme cuenta, sin saber cómo, he pasado a ser integrante de ese grupo de personas que compran libros compulsivamente, aun sabiendo que seguramente nunca lleguen a leerlos. Ayer mismo veía un book haul  en Youtube. Eran libros de Historia. Dos cajas, unos veinte libros, algunos, por el grosor, de más de mil páginas. El vídeobloguero hablaba de oferta, y al tiempo que comentaba cada ejemplar, mencionaba el precio con ánimo justificativo. ¿Cómo iba a dejar pasar aquella oportunidad? «A precio normal me habría costado tanto», se disculpaba.  Después del médico he ido a desayunar la cafetería jazzística. Por la tarde no sirve de comer, sol...

Papá

Manuel Abril lleva unos días diciendo mamá. Dice: «Mamamamama». Pero hoy ha dicho «papá» por primera vez. Jesús de la Palma 

Un paseo en barca

Unas páginas de Roberto Arlt. Cincuenta y seis. Anoto expresiones y palabras. Su prosa es fluida y elaborada, discurre como un río de montaña fresco y caudaloso que se mostrara agradable a los sentidos. No encuentro, sin embargo, respuesta a lo que andaba buscando. Algo inconfesable, como el final de una trama. No obstante, creo que seguiré observando, por si pesco algún salmón a contracorriente; total, el relato no alcanza las doscientas páginas. ¿Qué es eso para un lector avezado como yo? Un paseo en barca por el Estanque Grande de El Retiro. Enlazo con Montesquieu, la lectura formal que me ocupa. Algunas páginas sobre el espíritu del comercio, cuyo efecto natural es propender a la paz entre naciones. Queda aún tanto por leer que me siento abrumado. Al menos Ulises, Aquiles y don Quijote tienen un espacio asegurado en mi memoria.   Jesús de la Palma 

Padre Nuestro

No puedo saber cuántos años hace que no rezaba un Padre Nuestro fuera de una iglesia. Muchos. Tantos que lo he tenido buscar para refrescarme la memoria. El rezo como acto subversivo. No me veo reflejado en la frenética deriva de los acontecimientos y necesito, para seguir adelante, tener un punto de anclaje; algo que no cambie, un asidero moral, una motivación fija, una idea perenne. Dios. En palabras de Karl Barth: «La fe no mata la voluntad, sino que la pone en movimiento». Jesús de la Palma 

Ser creyente

Soy creyente como el que es cornudo y ciego. Lo soy en gran parte porque lo fue mi padre y porque de chico y hasta adolescente iba con él a misa los domingos y porque estuve yendo cada sábado durante la infancia a un espacio de juegos cristiano, con monitores jóvenes que me hicieron pasar muy buenos momentos. Ayer fui de nuevo a la cafetería jazzística y recordé que hace un año, por estas mismas fechas, hablaba por teléfono con mi padre, pocos días antes de reencontrarme con él y de que falleciera. Si no fuera creyente, aun a regañadientes, como lo soy, no podría recrearme pensando que me ve a cada paso que doy, y que sigue velando por mí como lo hacía. Otro acicate para no abandonar la fe es la constante perversión de los ideales y la deriva tendenciosa del discurso entre los hombres. Todo ello me hace buscar consuelo, tratar de calmar una insaciable necesidad de consuelo, más allá de la vida terrena. La cafetería nunca está demasiado concurrida y siempre tiene la televisión encendida...

Islas Afortunadas

Si ahora, en pleno mes de diciembre, me hablan de frío, no sé de qué me hablan. Cuando se aterriza y se accede a la terminal del aeropuerto, hay pancartas publicitarias que dan la bienvenida al viajero a las “Islas Afortunadas”. Las hermanas hablaban antes entre ellas y he escuchado del otro lado decir de un «frío que pela», cuando yo aquí aún voy en pantalón corto. Montesquieu dedica varios capítulos de su Espíritu de las leyes a condenar y hasta caricaturizar el carácter disoluto y holgazán de los pueblos meridionales. Siendo andaluz, podría haber cerrado el libro algunas páginas atrás; incluso si me apremio, no haberlo abierto, por ser jurista y aristócrata, además de racista. Pero, como él mismo apunta en otro de los capítulos: «Los conocimientos hacen amables a los hombres; la razón los lleva a la humanidad: son los prejuicios lo que los hace renunciar a ella».  Jesús de la Palma 

Argamasa narrativa

El telediario de La 1 aprovecha un viaje de la escritora Isabel Allende a Nueva York para entrevistarla. Sus ochenta y un años sorprenden, por lo bien llevados. Habla de un no poder dejar de escribir. Ya tiene su nueva novela lista; asegura haberla terminado justo antes de tomar el avión. No he leído a la autora, no suscita en mí demasiado interés; pero en sus palabras se adivina el oficio de quien vive, no ya de las palabras, sino a través de la palabra. Hasta hoy no conocía nada de su vida personal; fue sobrina de Salvador Allende.  La importancia de la cuna es trascendental para cualquiera que quiera dedicarse a la tarea de escribir.  Cada vez que escucho que alguien pasa de los ochenta, me acuerdo de mi padre, que se quedó a las puertas de cumplir ese anhelo numerario.  A Raphael le dedicó también el telediario de La 1 una entrevista ayer mismo. Lucía unos ochenta años espléndidos, rebosantes de vitalidad.  Dedicarse a lo que uno le gusta, con lo que uno disfruta...

Éxodo

No me gusta que se le llame perilla a la barba: ella publica un estadio en guásap con una foto de los tres, y alguien le responde que no me pega el bigote, y que estoy mejor con la perilla. Echo la vista atrás y llevo más de veinte años sin perilla, por lo que deduzco que se referiría a la barba. Por otra parte, ¿qué puede importarle a otro hombre cómo lleve yo la barba? Esto me desconcierta. Leo a Montesquieu y no salgo de la antigüedad. A dos días de haberla visto, sigo rumiando sobre la entrevista a Umbral. Cuando se refiere a Delibes, lo hace como un hombre muy suyo. Le pide permiso para hacer pública una de las cartas que intercambiaron y aquel accede, aunque, debido a su hermetismo, se muestra turbado. En la carta se dicen cosas tales como «esta mañana he ido a pescar», y «espero que la familia esté bien». Umbral sonríe ligeramente mientras lo narra. Viste Umbral de un negro riguroso, como su talante, aun siendo joven. Qué enigma es un hombre de negro. A mí ahora también me llama...

En conversación

Un par de vídeos cortos que me ha sugerido YouTube me rondan la cabeza desde hace días. El primero es una entrevista a Ray Liotta, donde se le pregunta si en algún punto de la interpretación llegó a sentirse identificado con el personaje de Henry Hill (“Goodfellas”). Su reacción, entre sarcástica y honesta, es espontánea y magnificente: «Los chicos de la mafia deben de estar viendo esto; demonios, no; es una rata». Instantes antes refiere que solía verlo en una zona concreta de la Bahía de San Francisco; un hombre solitario, con sus demonios. El otro es un coloquio en torno a Francisco Umbral. Le preguntan por las reacciones tan vehementes que suscita su literatura, de apasionados lectores, tanto a favor, como en contra. Umbral se muestra contundente en su respuesta: «Yo creo que lo que suscita reacciones adversas, y también apasionadas, es la autobiografía, la continua autobiografía». Jesús de la Palma 

El que inventó la vida

Está tarde se me ha caído la táblet al suelo, ese aparato mágico-maléfico que principalmente uso para leer, y me he cagado en el que inventó la vida. Nada más decirlo me he percatado de lo gracioso de la expresión (al menos a mí me lo ha parecido) y me he tenido que reír. A continuación la he buscado Internet y no he encontrado resultados. «¿Será mía, original?», me he dicho. Sería sin duda la primera vez. Una ocurrencia de ese calibre no es cosa baladí. Es a lo máximo que puedo aspirar como diletante filosófico. Todo el mundo se caga en la vida, en su propia vida; pero no había escuchado antes a nadie cagarse en quien inventó la vida. Me ha venido a la cabeza entonces que por la mañana veía la entrevista a un sacerdote, que también es youtúber; es más joven que yo, de los ochenta. Se deja escuchar, y tanto. Es una persona culta, leída; con licencia para el estudio. Para lo que hay por ahí... Pero ya en los primeros minutos me ha hecho rememorar un nombre: Torquemada. ¿Qué habría pensa...

Justo medio

En El espíritu de las leyes , Montesquieu retoma la concepción clásica de los tres tipos de gobierno, a saber, monarquía, república y despotismo. En el capítulo dedicado al poder de las penas, refiere que, «en nuestros días se hicieron frecuentísimas las deserciones». Para lo cual aduce la razón de que, habiéndose establecido la pena de muerte para los desertores, las deserciones continuaron en igual medida, puesto que un soldado que expone su vida diariamente, se acostumbra a despreciar la muerte y el peligro. Ahora bien, tras modificarse la pena por la de mutilación de nariz y orejas, cuya marca indeleble era motivo de infamia, decayeron drásticamente las deserciones. En el siguiente capítulo, titulado Ineficacia de las leyes japonesas, hace mención a su dureza, exponiendo varios ejemplos, de entre los que rescato uno que contraviene, como lo anteriormente mencionado, de manera frontal, las costumbres de nuestros días, y que radica en la práctica de la condena a muerte del hombre que...

¿Qué es el Reino de Dios?

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Me cuenta, al llegar de la comida de Navidad, que el profesor de filosofía, que siempre anima los encuentros con la armónica, amén de anécdotas y chascarrillos, le ha tirado los tejos. Lo primero que he hecho ha sido negar con la cabeza, lo segundo, sonreír, y lo tercero, preguntarle retóricamente que si ese hombre no sabe que está casada y tiene un bebé. «Claro que lo sabe», ha sido su respuesta, también retórica, y como queriendo dar a entender que su comportamiento escapa a toda lógica.  Ella se ha venido de las primeras, con dos compañeras, en el coche.  El  profe  de  filo , según me ha dicho, ha propuesto seguir la celebración en su casa, donde él mismo animaría la reunión con tocando la guitarra.  Mientras me lo contaba, le daba de mamar al bebé y yo me vestía para salir a merendar y de paso despejarme. Ambos hemos convenido en que ese hombre está muy solo.  Una vez fuera, me he puesto los auriculares: Chet Baker, “Alone together”. Nada más cruz...

Periplo odiséico

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Lo más cerca que puedo estar ahora mismo de ser escritor es como me he visto está tarde, a saber, yendo a comprar dos sobres a una librería, uno pequeño y otro grande, para enviar un cuento a un concurso, donde se exige para su correcta recepción el sistema de plica, y a continuación, yendo a tomar un café y pidiéndole un bolígrafo al camarero, para escribir la dirección de envío en uno de los sobres, y en el otro, el título del cuento, junto a la categoría a la que me presento, que es internacional. Más tarde, frente al empleado de correos, preguntándole las diferencias entre carta certificada y urgente: ¿cuánto tarda en llegar?, ¿tiene seguimiento?, ¿es obligatorio el remitente? Como todo escritor que se precie de serlo, como yo lo he sido por apenas unas horas esta tarde, también he tenido que experimentar la cara más amarga de un oficio más esclavo que gratificante, pues al ir a escribir a mano en los diferentes sobres, y a causa de la falta de costumbre, me he equivocado, por lo q...

Cortesía varonil

De no haber sido quien soy, habría sido cura. Un cura estudioso y protestón, entregado a la vida de los demás. Para mí, lo estrictamente necesario para la vida, una vida siempre austera. El mayor escollo que le encuentro, no obstante, a mi única alternativa vital, es la cuestión de la carne. ¿Cómo habría podido resistir la tentación de tener cerca a una mujer a quien amar en mis años de juventud? La llamada de Cristo debe ser tan poderosa que infunda pasión por la aflicción causada por la llamada de la carne, la más violenta de las pasiones. Pensaba esto tras cruzarme ayer con dos mujeres de mediana edad, testigos de Jehová, que venían de vuelta, con el aparataje propagandístico a cuestas, tras haber pasado la mañana apostadas en una esquina, tratando de captar adeptos para su causa. Las cándidas expresiones de sus rostros, la dulce sonrisa que le dedicaron al bebé, el atuendo monjil; todo este conjunto, me las hizo aparecer como mujeres atractivas, no pudiendo sonreírles sino con cort...

Baúl de la nostalgia

Me gusta escuchar las canciones navideñas a través de los altavoces, cuando paseo por el centro de la ciudad; ver la iluminación de las calles, perderme entre el gentío. Es una sensación enajenante, como la de la idea de la venida de Jesús al mundo; no obstante, ambas sirven para sosegar el ánimo. La gente que sale a la calle a pasear es gente feliz, o, en cualquier caso, que no es del todo infeliz. Cuando todo se siente perdido, se fija la vista en un punto oscuro y se adquiere visión de ataúd; a lo sumo, se ve la caja desde fuera, con el crucifijo, ya montada en el coche fúnebre, y acompañada por un cortejo de familiares y amigos. El que quiere morir no sale de paseo, se oculta en su propia casa, y las pocas veces que acude a la cocina o al cuarto de baño, lo hace a hurtadillas, esté solo o acompañado. Las Navidades no son para todos, no al menos las de consumo: una miríada de gente pasmada, trayendo bolsas de aquí para allá, yendo a comer y a cenar opíparos banquetes y cantado canci...

Milana

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El bebé chasquea la lengua y emite un sonido inarticulado que suena como «yiá». Me ha recordado al Azarías , cuando llama con aquella memorable onomatopeya, «quiá, quiá», a su milana bonita. Se lo digo a ella y lo imita: «Quiá, quía». Sonreímos. Pienso entonces que cuando crezca, en algún momento tendré que hablarle de Los santos inocentes, tanto de la novela como de la película. Serán tareas extraescolares, que espero que asuma con gusto, porque una persona que se enfrente al mundo sin herramientas historicofilosóficas es lo más parecido a un antílope despistado en la sabana africana. Jesús de la Palma 

Rezo cotidiano

Esta es la segunda camiseta de Scarface que tengo. Tras lavarla hoy me he llevado una grata sorpresa: no necesita plancha. Sí he planchado unos pantalones cortos de Zara, y al mirar la etiqueta he visto que estaban hechos en Pakistán, por lo que me he acordado de que en las noticias de medio día han dicho cuánto ha ganado la empresa este año.  La escritura del diario es mi rezo cotidiano. Contar todas las cosas que leo y pienso y me pasan... Mi trabajo como diarista es el de un artesano que no saliera de su taller. Pérez-Reverte contaba no hace mucho en su columna de XLSemanal que para describir una localización en un par de líneas, porque no gusta de extenderse en los detalles, tomó un avión con rumbo al destino y allí pasó una temporada para ambientarse. Estoy leyendo a Montesquieu, quien pide al lector en el prefacio que no juzgue un trabajo de veinte años por llevar a cabo una lectura rápida, y que por lo tanto se condene o se apruebe la obra en su conjunto, y no por una frase ...

Sueño

El bebé aún no atina a darle a los botones del libro de canciones y yo me imagino hablándole de Heródoto, Tucídides, Jenofonte, Plutarco, Suetonio, Tácito o Tito Livio. La vida es sueño. Jesús de la Palma 

Calle Amargura

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Si yo viviera en la calle Amargura lo haría en una casa chica, sin cochera y con un patio interior. Una casa antigua, de dos dormitorios, salón, cocina y un cuarto de baño. Todo en una misma planta. Allí leería durante todo el día y escribiría durante toda la noche y sería feliz a mi manera. Escribiría un cuento que empezara diciendo: «Amargura es lo que sienten los que no les gusta el mundo tal y como es, y por eso muy a menudo suelen estar solos, porque no entienden a los contentos, que son muchos, y que hasta al chasquido del látigo le ponen buena cara». Jesús de la Palma

Ser o no ser

Hay una foto de M. A. del otro día, cuando salimos a comer. Aparece sentado, en un taburete para bebés, con la posición de Hamlet frente a la calavera, pero con un trozo de pan. Estira el brazito y lo mira fijamente, y en lugar de preguntarse si ser o no ser es la cuestión ,  parece preguntarse si es algo o no para echarse a la boca. Me gustaría poder entrar en su cabecita para ver cómo piensa y siente. Uno quisiera saber todo lo que turba a los hijos, con el único y firme interés de ayudarlos. No pudiendo hacerlo, me contento con escribir sobre ello, es mi forma de entenderme y entenderlo a él. Escribo para desarrollar las ideas y así hacerlas más asequibles. La vida es alimento, y hay que mascarla bien para digerirla mejor.  Jesús de la Palma 

Escafismo

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Me trae aquí un caso especialmente brutal de tortura llevado a cabo en el Imperio persa, no obstante cabe aclarar que las formas de tortura, aunque se han sofisticado, ni mucho menos han desaparecido, porque 1.080 euros brutos al mes en 14 pagas como salario mínimo en 2023, en España, y en relación con el precio de la vivienda y la cesta de la compra, es una forma de tortura. En el ocio ni se le ocurra pensar al milochentaeurista. Por si con aquello no bastará, la ensalada de pobreza y precariedad está aderezada con un discurso político que desvía el debate a si independentistas, fascistas o machistas; amén de una parrilla televisiva de una vaciedad más propia de los homínidos, que a su vez es replicada de forma masiva por los televidentes en sus perfiles redes sociales, con lo que no se consigue sino perpetuar el analfabetismo y la mansedumbre en la base de la sociedad. Ya de por sí la esclavitud es una forma de tortura, pero si al infame plato que se le sirve cada día a la mesa al pr...

Populismos

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No hay populista que no arremeta contra la casta es su carrera hacia el poder. La perturbadora figura de Milei no ha sido menos, pues como cualquier otro líder político que aspire a gobernar, sabe de buena mano que para ganarse al pueblo nada hay más efectivo que apelar a las emociones primarias. En la imagen, Felipe VI en la retaguardia. El mundo pertenece a unos pocos hombres con intereses espurios, y lo seguirá haciendo mientras la multitud se deje guiar por arengas belicosas, acusadamente marcadas por la tendenciosidad, así como por promesas utópicas de futuro. Solo cuando la gente pida libros de filosofía e historia, como pide pan y vivienda, y de este modo puedan ejercer como válidos interlocutores a la hora de depositar su voto en la urna, cabrá la posibilidad de que los líderes dejen de ser tiranos plegados al mandato de la casta, ídolos de arcilla. Jesús de la Palma

La medalla

M. A. me agarra la medalla para metérsela en la boca. Le están saliendo los dientes y lo quiere morder todo. «No, no, no, la medalla no se come», le advierto con un tono entre infantil y musical. Esto me lleva a recordar a mi abuela, que lo mismo llamaba al dispositivo de teleasistencia  medalla o botón. Lo pulsaba a veces para combatir la soledad, saludando al operario que había al otro lado del teléfono. M. A. se agarra a mi medalla, o a la ropa, cuando lo voy a dejar en la cuna. Puede que un día, ojalá que no demasiado lejano, la palabra consuelo sea la más consultada del diccionario y, por ende, la mejor comprendida y la más pronunciada. Una vez más las palabras de Stig Dagerman: «Nuestra necesidad de consuelo es insaciable». Jesús de la Palma 

Diaristas

Con las personas sucede como con las montañas, creemos conocerlas mejor cuanto más alejados de ellas estamos. Alguien que vea la montaña desde la ventana del dormitorio creerá conocerla mejor que el senderista que acude a explorarla cada vez que tiene ocasión. Traigo este símil a colación por un diarista de Facebook, que también tiene algunas de las páginas del diario publicadas según establecen los cánones editoriales, bajo el homónimo título de “Diarios”. Hace tiempo que no deja ver imágenes suyas en la plataforma de marras; no hace mucho indagué, por si encontraba alguna del pasado, pretendía volverme a familiarizar con su rostro, hacerlo a su ser actual; las había borrado todas. «Suficiente hace con exponerse mediante la palabra escrita», pensé. No obstante, cuanto más lo leo, menos creo conocerlo. Tenemos una idea preconcebida de quien vemos de lejos y de tarde en tarde, y sin embargo, del que narra su vida diariamente, todo lo que nos surgen son dudas, pues lo mismo que siempre e...

Pédidas

Plutarco habla de diez meses hasta que las viudas pudieran volver a contraer matrimonio. la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, por su parte, en la edición más reciente del DSM, clasifica como  trastorno de duelo prolongado  la persistencia de la aflicción a partir del año. En mi caso, la pérdida más reciente que albergo es la de mi padre. En pocas semanas hará un año. En diferentes ocasiones me he referido a su ausencia como si de un abismo se tratase. Esta mañana, pensando en las cercanas fechas navideñas, recordaba que pasé a solas con él, ya sedado, la última noche del año. En un gesto de humanidad, dos enfermeras vinieron en mi busca, pocos minutos antes de las doce, y me invitaron a tomar las uvas con ellas. Las pérdidas de los seres queridos son trazos gruesos y violentos que marcan el posterior camino de nuestras vidas. Con el tiempo debemos perfilarlos, borrando las partes más abruptas y, con un lápiz de punta fina, dibujar encima un bonito recuerdo para enmarca...

Vigilia

Vigilia. Me despierta una angustiosa sensación de caída. A punto de quedarme dormido de nuevo, se vuelve a esfumar el sueño. Me vuelvo a la parada, a esperar a que pase el próximo. La paciencia es clave universal. Divago. Hace unos días, en la cafetería, una mesa concurrida. El que supuse padre y abuelo, un señor mayor, quien fuera niño de la posguerra, a sus hijos y nietos: «El clima que se respira es similar al que había antes de la guerra, y me preocupa por vosotros, porque a mí, para lo que me queda...». Despotricaba contra el actual Gobierno, en especial contra el presidente. «¡Sánchez!», declamaba en tono acusatorio. «Cataluña», se lamentaba. Me lo imaginé en el sillón de su casa, frente al televisor, ensimismado con las tertulias televisivas más casposas y carpetovetónicas, o emponzoñándose con los grupos de guásap de marcada ideología conservadora y pensamiento unidireccional. Un niño pequeño con traje de viejo. Jesús de la Palma 

Wood of chaos

Es sábado por la tarde. El bebé ha probado por primera vez las fresas, se las hemos dado para merendar. Mientras lo miraba, pensaba que no hay nada comparable a mantener viva la capacidad de asombro. Debe de ser terrible creer que se sabe todo, negándose así la oportunidad de dejarse sorprender; principalmente porque esto siempre sucede a raíz una manifiesta operancia de la necedad. Juego con el bebé en la habitación mientras ella estudia. La puerta está abierta y puedo escuchar la melodía. Suena Wood of chaos, el álbum de Rob Costlow. Hacía años que no lo escuchaba, por lo que ha sido doblemente gratificante volverlo a hacer. ¿Cómo puede uno olvidarse de discos y libros que tan grata impresión le causaron en su día. También esto nos sucede con las personas. A veces visito un blog que olvidé hace meses o incluso años, o un perfil de Facebook. Hace un rato consultaba un ensayo sobre la filosofía griega que me ha hecho recordar dos lecturas que empezaban a quedar atrás en el baúl de la m...

Neuronas espejo

Término de leer la vida de Marco Antonio. Murió después de ordenar a su esclavo Eros que lo pasara a cuchillo; Cleopatra, tras haber realizado probaturas en prisioneros condenados a muerte, con diferentes animales ponzoñosos, se hizo morder por una serpiente. Replico lo leído como nuestro bebé replica la tos de su mamá. Las neuronas espejo son   las células nerviosas responsables de que imitemos algunas conductas que están realizando otras personas delante de nosotros, como bostezar, rascarnos o toser. Es viernes por la noche. En el coloquio cinematográfico de La 2, entrevistan a Jota Bayona. Una de las contertulias es atípicamente joven. Se expresa de forma razonable y elocuente. Comento con C. la importancia de una educación con una base sólida, fundamentada en las ciencias humanas. Actualmente, el porcentaje de los analfabetos funcionales en España es residual, no obstante no sucede así con la capacidad de articular un pensamiento crítico, porque una cosa es saber leer y escribi...

Toda vida

Mi vida, toda vida, resumida en pequeño: el bebé tiene sueño, lo cojo en brazos y lo mezo; se resiste, se revuelve; tiene sueño, pero no quiere dormir. Lo llevo a la habitación, donde tiene su alfombra de juegos; a los pocos minutos, se choca la cabeza contra la pared; no ha sido nada, pero entre el sueño y la impresión que le causa el golpe, entra en un estadío de llanto desconsolado; lo vuelvo a coger en brazos y a acunarlo; en esta ocasión no se resiste, ha experimentado la derrota y ha aprendido la lección; ahora solo quiere descansar, reponer fuerzas para la próxima batalla. Jesús de la Palma 

Libros y películas predilectos

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Los mejores libros, así como las mejores películas, son los que no olvidamos. Si me preguntaran por un libro predilecto o una película, no sabría qué responder, hay tantos, que no sabría por donde empezar. Pero me hice una camiseta con la portada de “El rey de la comedia”, y cuando escribo, cito muy a menudo “Danzad, danzad, malditos” y “Noche de circo”.  En cuanto a lecturas, el comienzo de “La familia de Pascual Duarte” es una marca a fuego que llevo en la memoria; tanto que del «Yo, señor, no soy malo», he sacado la idea para el título del último cuento.  Otro comienzo que también cito a menudo es el del libro de Henri Roorda, que en un principio se iba a titular, y ojalá lo hubiera hecho, “El pesimismo alegre”. Finalmente se llegó a titular “Mi suicidio”. ¿Puede haber una declaración de intenciones más sublime que la expresada por él en su carta de suicidio, cuando asegura que «cuando me hablan de los Intereses Superiores de la Humanidad, no comprendo de qué me hablan. Per...

Necesidad de consuelo

Me levanto con el ánimo turbado por un mal sueño. Siento la necesidad de ser perdonado y la miro a ella, que duerme a mi lado. Me asaltan las palabras de Stig Dagerman: «Nuestra necesidad de consuelo es insaciable». Es más, su sentencia bulle en mi inconsciente de forma perenne; similar al gorgoteo de un huevo duro que se cociera a fuego lento. Mientras rememoro los errores cometidos, me exculpo apoyándome en la idea de que en todos ellos ha sido decisiva la fuerza de las circunstancias. ¿Cómo puede un hombre lidiar a solas con la injusticia y la frustración?  Jesús de la Palma 

Miércoles festivo

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Miércoles festivo, primer día del “puente de la Inmaculada”. Café, bizcocho, bibe , y presentación, YouTube mediante, de “Vocabulario de psicopatología, volúmenes I y II (Xoroi Edicions)”, a cargo de José María Álvarez. Una obra prometedora y original. Original a tal punto que, en palabras del propio José María Álvarez: «Un estudiante de universidad que se presente a un examen de psicopatología y desarrolle los argumentos aquí expuestos, sacará un cero». Jesús de la Palma 

A ojo de buen cubero

Calculo, a ojo de buen cubero, las lecturas de este año que termina. A cincuenta páginas por día, poco más de dieciocho mil. Teniendo en cuenta que ha habido libros que rondaban las mil, y algún otro que las sobrepasaba, y que el resto están, de media, entre las doscientas cincuenta y las quinientas, supero, aunque no con mucho, los cincuenta libros leídos. Cincuenta son los libros que, según los cánones, lee un lector avezado.  Esta mañana de miércoles festivo, unas páginas de Fray Luis de Granada. Dos capítulos de sus obras completas, a saber: “La Presentación ante Pilato y Herodes y los azotes a la columna”, y “La Coronación de espinas y el Ecce Homo”. Acabando el martirio de los azotes, le vino de nuevo otro no menos injurioso a nuestro Señor, Jesucristo, que fue la coronación de espinas.  Durante el desayuno comento con ella el caso de Cratesiclea y sus nietos, quienes fueron ejecutados por Ptolomeo IV. Se emociona. Cratesiclea pidió ser ejecutada antes que a ellos, lo qu...

Oráculo

La señora que nos alquilaba la cochera el año pasado ha fallecido, o eso al menos es lo que hemos conjeturado tras ver su piso en venta. Ella subía a pagarle y lo ha reconocido en un anuncio que le he enseñado. Era mayor, más de ochenta, pero se conservaba bien físicamente. Hay algo de abismal en la muerte de las personas que hemos tratado, es como acudir a un oráculo a escuchar de viva voz lo que ya sabemos de antemano y por todos los medios posibles tratamos de olvidar. Jesús de la Palma 

La vida sigue igual

Anoche dieron en la tele el documental sobre la vida y obra de Julio Iglesias, y sonó de fondo “La vida sigue igual”, recordé entonces que Cayo Graco (154-121 a. C.) fue llamado político popular, debido a sus propuestas y leyes, como la ley frumentaria, que le atrajeron el apoyo del pueblo. Sin embargo, la oligarquía senatorial se opuso frontalmente y terminó por declarar a Graco enemigo público, a raíz de lo cual se suicidó asistido por un esclavo, siendo así sus posesiones confiscadas. Jesús de la Palma 

El pobre es pobre porque quiere

Ya nos advierte Platón sobre la jactancia del ignorante, que no sabiendo nada, cree saberlo todo. Traigo esta idea a colación a raíz de una conversación que mantuve, a través de guásap, hace no mucho, con alguien al que aprecio y respeto. De otra parte, creo conveniente aclarar que ignorantes somos todos en la medida en que, por mucho que sepamos, siempre será infinitamente mayor, si es que el saber se puede cuantificar, lo que desconocemos de lo que conocemos; esto es, que nunca será más la parte que el todo. Pero lo que principalmente me trae por aquí es subrayar la importancia de las ciencias humanas, no solo necesarias para escapar de la barbarie ideológica, y por ende comportamental, sino, a su vez, para el correcto desarrollo de las sociedades, con base en el respeto a la dignidad de cada uno de los ciudadanos, arrinconadas aquellas hoy por el imparable, y a veces ciego, avance de la técnica, lo cual implica que personas altamente cualificadas en un ámbito concreto, emitan opinio...

Patrimonio intelectual

Me he puesto, como parte de arriba del pijama, una camiseta de los Beastie Boys. He corregido el relato para el concurso, creo que por vez definitiva. Me ha costado enfrentarme a él, llevaba días posponiéndolo. Hoy es domingo. Ayer me compré mis primeros auriculares inalámbricos. Ella tiene unos y me ha convencido de que son la mejor opción. Me ha dicho que mañana me los configurará. No se ha terminado de despertar en mí el menor interés por la tecnología, es un ámbito en el que sobrevivo con cierta dificultad y desinterés. He leído cincuenta páginas, la meta marcada. Si supiera vivir no escribiría ni leería. Pero no sé, por lo que aprendo cada día. No solo se aprende leyendo; escribiendo uno pone a prueba sus conocimientos y su destreza narrativa, al tiempo que fomenta el desarrollo cognitivo. Mientras cenábamos le preguntaba por el relato. Le ha gustado. Con el correr de las páginas se preguntaba cómo me las iba a ingeniar para darle un final. Hablando de futuro, me he referido a la ...

Madame Marguerite

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Madame Marguerite , la película, es un deleitoso despliegue de simbología, además de un excéntrico ir y venir de personajes con una pesada carga de debilidad e imperfección. Narra la vida de Florence Foster Jenkins, una falsa soprano que se hizo famosa por su completa falta de habilidad musical. El problema que plantea el diálogo al que nos enfrenta la cinta es de suma trascendentalidad, y por lo tanto, de una vigencia perpetua. ¿Es mejor ser feliz viviendo en la ignorancia, o por el contrario debemos conocer la verdad aun a riesgo de asumir sus terribles consecuencias? En lo que me concierne, me he aventurado a hacer preguntas de las que me he arrepentido con una agonía tan solo capaz de emitir un grito mudo, y he abierto puertas que han desatado auténticos cataclismos emocionales, los cuales me ha costado años reconstruir. Cada uno de nosotros fingimos querer saber la verdad, no obstante no hacemos sino adherirnos a aquellas voces en las que encontramos una mayor musicalidad. Queremo...

Franquicias

Está mañana hemos ido al centro comercial, que está cerca del puerto, donde atracan los cruceros a diario, o casi. Hoy sábado estaba repleto de gente a primera hora. Turistas cargados de bolsas. Bolsas de ropa y calzado de franquicias mundialmente conocidas. Esa gente se monta en un barco, recorre miles de millas, se bajan en un puerto y los guían hasta un centro comercial donde van a encontrar las mismas tiendas que tienen, como quien dice, debajo de sus casas.  Jesús de la Palma 

Noche de cine

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En un canal de cuyo nombre prefiero no acordarme, emiten  La ventana indiscreta.  James Stewart y Grace Kelly tienen ambos los ojos azules. Busco la edad de Stewart para ese tiempo en Wikipedia: cuarenta y seis años. Le quedaban cuarenta y tres de vida. El corte de pelo que lleva es milimétrico. Me esfuerzo en discernir si lo que parecen canas no es más que el reflejo, y creo acertar al optar por lo segundo. En uno de los primeros planos, hacia el final de la película, se da un aire a Gary Cooper. A mi madre le gustaban Gary Cooper y Richard Gere. Cuando termina la cinta, el coloquio con José Luis Garci; una cátedra de cine. Consulto otra vez Wikipedia. Garci nació once días antes que mi padre, en el mismo año. Se conserva prodigiosamente bien. Cuando lo he visto asomar, lo he encontrado como siempre, y eso que llevaba años sin verlo. Va a hacer un año de la marcha de mi padre. No recuerdo desde cuándo no veía una película del maestro del suspense, pero he visto bastantes....

El alivio de la palabra

Me imagino a Cioran escribiendo en Facebook, o incluso  haciendo directos de madrugada, para combatir el insomnio, en Instagram. Lo leo en sus “Cuadernos” mientras estoy en la sesión de fisioterapia. Reclama que el Gobierno debería poner a disposición del público alguna sala o algún edificio en los que la gente pudiera reunirse, hablar, hacer discursos, aliviarse con palabras. Finalmente, esos edificios, esas salas, existen, pero ha sido la iniciativa privada quien los ha implementado. La necesidad de comunicación del ser humano es insaciable, no obstante, y quizá precisamente por esto, el propio Cioran, unas páginas atrás se muestra contrario a su exposición ulterior, lo que, para el caso, resulta más válido aprehenderlo como matiz, a modo complementario, que como dictamen, a saber: «Solamente de tarde en tarde debería el hombre tener la libertad de abrir la boca. Y la función esencial de la sociedad debería ser el exterminio de los charlatanes». Jesús de la Palma 

Mala sangre

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En Mala sangre, la película, aparece Juliette Binoche. La veo a retazos, mientras escribo y me entretengo con el móvil. Consulto en Wikipedia la edad de ella y también la de otro de los actores, Denis Lavant, que lee. Está caracterizado como lector. En una breve conversación que mantiene con su contrincante en el amor por Binoche, este le dice con ira lo que les sucede a los ávidos lectores: pierden el brillo natural de los ojos. Han corrido el telón y han podido curiosear entre bastidores. Me fijo en los dientes de los actores; primero en los de Binoche, son dientes naturales, dientes de 1986. En el cine han dejado de existir los dientes naturales, y la gente en la vida real quiere imitar al cine.  Jesús de la Palma