Padre Nuestro

No puedo saber cuántos años hace que no rezaba un Padre Nuestro fuera de una iglesia. Muchos. Tantos que lo he tenido buscar para refrescarme la memoria. El rezo como acto subversivo. No me veo reflejado en la frenética deriva de los acontecimientos y necesito, para seguir adelante, tener un punto de anclaje; algo que no cambie, un asidero moral, una motivación fija, una idea perenne. Dios. En palabras de Karl Barth: «La fe no mata la voluntad, sino que la pone en movimiento».

Jesús de la Palma 

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