Pédidas

Plutarco habla de diez meses hasta que las viudas pudieran volver a contraer matrimonio. la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, por su parte, en la edición más reciente del DSM, clasifica como trastorno de duelo prolongado la persistencia de la aflicción a partir del año. En mi caso, la pérdida más reciente que albergo es la de mi padre. En pocas semanas hará un año. En diferentes ocasiones me he referido a su ausencia como si de un abismo se tratase. Esta mañana, pensando en las cercanas fechas navideñas, recordaba que pasé a solas con él, ya sedado, la última noche del año. En un gesto de humanidad, dos enfermeras vinieron en mi busca, pocos minutos antes de las doce, y me invitaron a tomar las uvas con ellas. Las pérdidas de los seres queridos son trazos gruesos y violentos que marcan el posterior camino de nuestras vidas. Con el tiempo debemos perfilarlos, borrando las partes más abruptas y, con un lápiz de punta fina, dibujar encima un bonito recuerdo para enmarcar en el amplio, aunque no interminable, muro de nuestra memoria. 

Jesús de la Palma 

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