Toda vida

Mi vida, toda vida, resumida en pequeño: el bebé tiene sueño, lo cojo en brazos y lo mezo; se resiste, se revuelve; tiene sueño, pero no quiere dormir. Lo llevo a la habitación, donde tiene su alfombra de juegos; a los pocos minutos, se choca la cabeza contra la pared; no ha sido nada, pero entre el sueño y la impresión que le causa el golpe, entra en un estadío de llanto desconsolado; lo vuelvo a coger en brazos y a acunarlo; en esta ocasión no se resiste, ha experimentado la derrota y ha aprendido la lección; ahora solo quiere descansar, reponer fuerzas para la próxima batalla.

Jesús de la Palma 

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