Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2023

Onomatopeya

Imagen
Escribir es muchas cosas, entre ellas, un oficio o una forma de vida. Poco a poco, con la experiencia que otorga la costumbre y a través de los años, el que escribe se va haciendo con una maleta de vocabulario y va dominando y modificando la sintaxis a su conveniencia.  Como diarista, la escritura es para mí una forma de vida, vivo entre palabras como otros viven entre imágenes y otros entre números. Para el diarista todo es susceptible de ser literaturizado, vivimos con la palabra en la mente del mismo modo que los viejos pistoleros del salvaje Oeste andaban pegados a sus revólveres, esperando la menor oportunidad para disparar.  Esta misma mañana, ella me ha llamado para preguntar por el bebé; dormido como estaba, le he colgado y le he escrito un mensaje acompañado de una foto de él durmiendo que rezaba: «Shhh». Nada más enviarlo, me he ido al buscador y he escrito: “Onomatopeya de silencio”. «Shhh». Efectivamente, había acertado. Una vez más, la sensación del trabajo bien hecho. Jes

De aquí para allá

Me gusta el coche que hay en la primera plaza de la cochera, nada más entrar, justo enfrente de la puerta. Siempre está ahí, y es nuevo. No me he preguntado de quién será.  He pasado el día de aquí para allá, cojeando.  Ha sido un buen día, y desde bien temprano tengo ganas de decirle a ella que a su lado soy feliz y que hoy he sido feliz. Espero decírselo antes de que nos vayamos a dormir. Se lo diré, seguro que sí. Nunca dejo pasar las obligaciones ni las oportunidades.  ¡Quién me iba a decir hace una semana que por elegir la acera de la derecha me iba a torcer un tobillo por pisar en un socavón! ¿Hasta qué punto soy responsable del estado de mi tobillo? ¿Hasta dónde soy responsable de mis acciones? Pocas páginas de lectura; diferentes autores y salteadas en diferentes momentos del día. Nada de Aristóteles. José María Vargas Vila y Miguel Espinosa. Todo en la calle, en el móvil. Aristóteles es la lectura principal que tengo entre manos y la dejo para la casa.  A última hora hemos hab

Solitario

Se puede ser solitario aun con mujer e hijos, aun queriendo a los seres cercanos que son como familia. No hay un solo modo de ser solitario; un ser estereotipado, odioso y cargado de recelo hacia el resto. Un solitario también puede ser alguien bondadoso, amable y risueño, amante de los demás; con la debida distancia, sí, pero ¿acaso el espacio no es signo de respeto y cortesía; símbolo de autosuficiencia y honestidad? Como solitario, me falta el espíritu de la obediencia, es la particular forma que tengo de saldar mi deuda con la sociedad. Jesús de la Palma 

Espíritu de protesta

Estaba pensando en escribir un relato donde la gente empezara a dejarse morir en protesta por el orden de los acontecimientos. La negación como único y efectivo recurso de protesta. No hacer ni decir. Silencio e inacción. Los dirigentes políticos sabrían averiguar la fórmula para un inmediato cambio de actitud: en primera instancia sería la represión, pero, vencidos de antemano como estarían, pues ninguno de los represaliados respondería a la tortura o coacción, comenzarían con los incentivos. Porque si alguien está dando al traste con los derechos fundamentales propios de un Estado de derecho no son los gerifaltes a la cabeza de los poderes económico y político, sino las legiones de optimistas caídos en desgracia. Jesús de la Palma 

DNI

Su DNI tiene los cuatro primeros números iguales que los míos. Pero ella no tiene tatuajes. Si alguien le preguntara, respondería: «¡Ni pensarlo!». La doctora de anteayer tenía tatuajes. Uno en el antebrazo, con motivos florales. Me hizo recordar mi primer tatuaje en el antebrazo, no hace tanto tiempo, pero sí el suficiente como para sentir que transgredía todos los dictados morales, que me adentraba en un laberinto de clandestinidad. “Moral” viene de mores, que en latín significa “costumbre”, y entonces no había costumbre de tatuarse los antebrazos. Qué decir del primero, que me lo hice en la pierna, allá por 1992. Ahora mismo, en la cafetería, la mitad de los que estamos sentados tenemos tatuajes, mayores y jóvenes. Y es que, en nombre del Becerro Dorado, lo que antes era considerado inadmisible, hoy es aceptado. Son las leyes sacrílegas del capitalismo, bajo las cuales todo está permitido. Jesús de la Palma 

Lo universal

Ayer me hice con varios libros, entre los que hay títulos de autores como Steven Pinker, Mark Fisher o Svenja Flasspöhler. No obstante, sigo leyendo a Aristóteles, para quien «lo universal es más conocido por la razón y lo particular por la sensación».  Fue una jornada particular. En el supermercado, sufrí un vahído y me tuve que sentar encima de unos cartones de leche que había apilados. Ella fue a traerme algo con azúcar, y gracias a Dios surtió efecto. Me trajo un rosco de chocolate blanco y un zumo de naranja. Por un momento sentí que me moría, y tuve miedo. No está mal para un recurrente lector de Cioran.  Me recuperé enseguida, y hoy he estado en la consulta del médico por un esguince de tobillo y no le he dicho nada de lo de ayer. ¿Qué sentido tendría la vida si no tuviera ese componente azaroso que en tantas ocasiones nos da la espalda? No decirle nada a la doctora de lo de ayer ha sido mi humilde venganza. La vida, no nos engañemos, es una fulana.  Recuerdo cuando era joven y

Lectura de diarios

La lectura de diarios es un acto íntimo; si la lectura ya lo es de por sí, la lectura del diario íntimo lo es doblemente. Siempre que hablo de ello recuerdo la estremecedora frase de un asesino convicto que escuché en el programa televisivo America's hardest prisons (Las prisiones más duras de América) , a saber: «No hay nada más íntimo que el asesinato». Esto, porque considero que «no hay nada más íntimo que la lectura del género diarístico». Hoy martes, que me he levantado con un intenso dolor de cabeza, y que afortunadamente ha remitido después de tomarme una pastilla con agua y más tarde una taza de café con leche, recuerdo un fragmento de los “Diarios” de Sylvia Plath donde describe su despertar de un frío día de febrero: «El mal cuerpo y la resaca por haber tomado más vino de la cuenta y haber trasnochado se disipan con un vaso de gaseosa fresca y una reconfortante taza de café recién hecho». En cuanto a mí, ya no tengo la juventud de Plath para beber hasta tener resaca al dí

El peine de papá

Imagen
Esta tarde he ido a peinarme y me he acordado de mi padre. Uso el peine que pusieron en el cuarto de baño del hospital cuando falleció. Es un peine de plástico que no vale nada excepto por el valor sentimental. Mi padre pertenecía al Régimen de Clases Pasivas del Estado y terminó sus días en un hospital privado. No sé si la Seguridad Social pone peines para los familiares de los pacientes hospitalizados. El valor de las cosas es una cuestión a reivindicar en la era de las no-cosas, donde todo tiende a acumularse en unas pocas manos. Vivimos en la era del alquiler y la digitalización. Yo mismo he armado una colección digital de libros comprados al Goliat de la venta en línea con cerca de trescientos libros; un Titanic en un océano helado. Nunca podré mostrarle a nadie mi biblioteca porque es una biblioteca fantasma. De este modo el peine de mi padre adquiere un valor casi mitológico. Podría hasta escribir una novela con él como único protagonista: «La primera púa le dijo a la segunda qu

Pensar la vida

Que ruede el tiempo rápido y silencioso, para que se oculte la vida de la vista, que pensar en ella es pensar en acabarla, pues la vida es para vivirla; si acaso, y sobre todo, pensar en lo que dentro de esta acontece, en sus principios físicos y metafísicos, pero no considerarla a bulto, como si cualquier cosa. “Pensar en la vida” no es “pensar la vida”, hay una diferencia crucial: el apetito vital, que con la primera opción se pierde y con la segunda se conquista. Jesús de la Palma 

Horas de sueño

Una cuestión es prestar una mirada crítica a los acontecimientos políticos y otra muy diferente prestar atención a los mercachifles de la mentira, coloquialmente conocidos como “politicos”. Traigo esta idea a colación a raíz de las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien, en un alarde de “sensatez”, ha bajado la apuesta frente a su homóloga Yolanda Díaz, quien, en una entrevista reciente, ha dado un titular de lo más estrafalario, a saber: «Duermo dos horas y plancho porque me relaja». Sánchez, por su parte, y desafiando asimismo sin el menor pudor el consenso científico al respecto, ha asegurado dormir cinco horas. La cuestión es más seria de lo que parece, ya que mercadear con mentiras de esa índole, que no solo atañen perjudicialmente a la salud, sino a la creación de una sociedad fundamentada ideologicamente en el rendimiento, donde nada se cuestiona y únicamente se obedece, son más propias de un totalitarismo que de una democracia.  Jesús de la Palma 

Lo propio de la cada edad

Ayer me volvió a enseñar los estilismos de Alejandro Sanz, son lo único que no le gusta de él. Los tatuajes, los trajes brillantes, las zapatillas de plataforma, el pelo amarillo... Todo lo que ella considera inadecuado para un hombre de su edad. Aunque nada de eso impide que siga siendo una incondicional admiradora de su música y lo siga considerando «guapísimo».  Por la noche estaba tan cansado que fui incapaz de leer. Me quedaban nueve páginas para cumplir el cupo de las cincuenta que me propongo leer a diario.  Encendí la televisión y vi un par de películas de Clint Eastwood en Trece TV. La primera, de vaqueros, ya empezada. Era de 1975, con los efectos especiales propios de la época, que incluían el tomate frito como sustituto de la sangre. La otra tenía un guión delirante; un profesor de historia aficionado a coleccionar obras de arte millonarias al margen de Hacienda. Más concretamente, veintiuna obras pictóricas, entre las que figuraban firmas como las de Matisse o Picasso, y l

La triste rutina

En la sempiterna conversación de guásap que comparto con ella hay desde archivos PDF con libros y documentos hasta listas de la compra, pasando por fotos en común y del bebé y fechas de compromisos y citas de índole variada. Una vida en común con una mujer reflejada en una aplicación de mensajería instantánea. Lo último que se puede leer es: “Leche, biberón, toallitas”. El penúltimo mensaje es un archivo con un libro de Giovanni Reale. El amor verdadero, que no precisa de disfraces o artificios, se viste de cotidianidad. En sus “Diarios”, Sylvia Plath se pregunta «cómo convertir la triste rutina en algo grande, cómo echarle el mejor aliño, intenso, como el zumo de limón». La única respuesta que se me ocurre es el compromiso con los seres amados. Jesús de la Palma 

Café de media mañana

Imagen
Sábado, café de media mañana. En el XLSemanal, Pérez-Reverte habla de Lepanto y de Cervantes y de los tiempos “modernos” y de los guiris que vienen a Benidorm a tirarse a las piscinas desde los balcones. ¡Cómo cambian los tiempos y qué poco lo hacen las personas!, porque todo sigue igual. Como antaño, a nadie sigue sin importarle nada. ¿El porqué, para qué? De Prada, por su parte, comienza con un verso de Béquer y habla de tradicionalismo. De besos castos, hipócritas, banales, lúbricos; de cerdos, cerdas y cerdes, y de cristianismo primitivo y del beso como signo de comunión y de paz. Luego está lo de la aprobación en Grecia por parte del Parlamento de la jornada laboral de trece horas, que de esto no habla la revista, pero se me viene a la mente mientras la leo, inmerso en un clima político-social sofocante. Jesús de la Palma

Trato amable, trato humano

La doctora ha sido encantadora. Es joven. Me ha solicitado una analítica y me ha dicho que, aunque soy joven, va a incluir unos parámetros que miden algo relacionado con la próstata.  Cuando se llega a mi edad, que alguien notablemente más joven te tilde de joven es motivo de regocijo.  El trato ha sido correcto, amable y paciente por su parte; el que cabe esperar de un profesional de la medicina que ejerce su labor dentro de un marco laboral amparado por un Estado de Bienestar. ¡Qué importancia tiene el trato que nos damos los unos a los otros! Es verdad que hay momentos en los que nos cuesta ser amables, pero si no lo somos por cortesía, deberíamos serlo al menos por educación. Esto lo experimentamos todos de forma directa o indirecta en las redes sociales.  Ayer mismo lo hablaba con ella.  Le decía que creo que el contenido que genero en las redes sociales, en la medida en que puede interesar a un grupo de personas muy reducido, ahuyenta a cuervos, buitres, alimañas y todo tipo de c

El mundo es un polvorín

Hace unos días descubrí la existencia de “la jungla de Darién“, que “ no es una una ruta”, sino un infierno. Muertes, robos, violaciones, hambre, frío, cansancio, suciedad, que sufren miles de hombres, mujeres y niños, con la esperanza de llegar a Estados Unidos. Por si no fuera poco, las mafias se lucran a costa de los más vulnerables.  Según el registro de las autoridades panameñas, en 2019 entraron por esta vía 22.102 migrantes; debido a la pandemia de la covid-19 el número de redujo a 8.594 en 2020. En 2021, la cifra ascendió a 133.726 personas; un número que continúa en aumento. Pero ¿verdaderamente importa esto? Una crisis de semejantes dimensiones alcanza el nivel de humanitaria; no obstante, hay que indagar concienzudamente en las redes sociales para acceder a los canales de difusión que la denuncian.  A medio día, en el telediario, la alcaldesa de Mogán, municipio de Gran Canaria, ha dicho basta y pide responsabilidad al Gobierno Central para que asuma el gasto de los enterra

Másteres

Una página de Instagram relacionada con la salud mental anuncia un máster universitario para la prevención del suicidio, que cuenta con sesenta créditos y cuesta algo más de dos mil euros.  Lo primero que he pensado cuando lo he visto es que me daba por vencido.  Cómo no salía de mi asombro, lo he consultado con ella mientras cenábamos, para que me diera su opinión.  Es como si cada una de las once personas que se suicidan a diario en España cumpliera un patrón genérico de comportamiento, como si no hubiera una superestructura socioeconómica, carcomida desde los cimientos por la podredumbre moral, que condicionara la vida de cada una de las víctimas del suicidio.  No lo sé, igual es que estoy más susceptible de la cuenta; cosas de la edad madura, que va de la mano con la suspicacia.  No, no me doy por vencido, ya no tengo tiempo para los juegos de azar. Hace años quizá me habría escandalizado incluso más. Hoy, sin embargo, aunque sigue corriéndome sangre por las venas, me espero cualqu

Testimonio de una madre

Imagen
Lo hablo con ella mientras desayunamos. El perfil de Instagram “Stopsuicidios” se ha hecho eco, mediante un documento videográfico, del testimonio de una madre afectada. Se trata de un fragmento donde solo puede uno aventurarse a conjeturar basándose en los detalles.  La entrevista completa se puede encontrar, esta vez en formato escrito, y previa suscripción, en el Diario Sur.  Los acontecimientos narrados de viva voz se desarrollan del siguiente modo: las autoridades sanitarias la habían advertido de que no dejara entrar en el domicilio familiar a su hijo bajo ningún concepto (en ningún momento se explicita donde vive aquel), el hijo, visiblemente afligido, llama a la puerta pidiendo ayuda; la madre incide en la cuestión económica; no era la primera vez que iba a pedirle dinero y a que lo dejara entrar. «Ese era un tema que se había hablado con el psiquiatra y los cuidadores de él, que en ningún momento se le podía abrir la puerta porque podía ser peligroso, de modo que le dije que n

Serpientes de agua

Imagen
Detrás de la puerta cuelgan un pantalón corto mío; aún hace calor; un pantalón corto vaquero de ella; también de ella un pantalón estampado de flores y una camiseta rosa y una verde. En medio de todo eso, una camiseta negra mía, que me regalaron hace dos años para mi cumpleaños.  Me gusta escribir como si dibujara. No sé mucho de Historia del Arte, pero si hubiera que establecer una analogía con mi escritura respecto de la pintura, me definiría más como un realista que como un expresionista, si acaso velazquiano: me gusta que dibuje a los enanos sentados, en un gesto de humanidad. El armario sobresale y es de dos espacios, con sus respectivos altillos; es de madera y hay junto a él un cestito de bambú para la ropita sucia del bebé, que se acaba de tomar el biberón y ha echado un poquito de leche mientras juega con “pollito”, su peluche preferido.  Yo estaba tratando de leer un poco, pero ella me ha dicho que salgamos a dar un paseo, de modo que he dejado el libro en la mesita y mientra

La realidad desnuda

Qué decir del amor que ya no se haya dicho. Prácticamente como de todo. Para decir algo nuevo hay que ser un genio, y ni aun así, pues todos nos nutrimos en mayor o menor medida de lo que ya han dicho otros. Los genios, eso sí, van más allá, mejoran lo presente; las personas corrientes como yo tenemos que contentarnos con decir lo ya dicho una mil veces con algo de soltura y desparpajo si queremos causar buena impresión. Es por esto que yo no vengo a decir nada nuevo sobre el amor; en este caso particular, sobre el amor a los hijos. Para el mayor solo tengo buenas palabras y los mejores deseos; en cuanto al bebé, pues que me encuentro en un estado poco menos que límbico. Esta tarde, sin ir más lejos, en la consulta de pediatría, mientras lo sostenía en brazos, se ha tirado un pedo oloroso y me han dado ganas de decirlo en voz alta: «Ha escuchado usted el pedo que se ha tirado mi hijo, y no sabe lo que huele». Esto lo pensaba mientras me lo acercaba una vez y otra y lo olía como si olie

Frutilla con azúcar

Hace tiempo que dejé de tomar azúcar, al menos lo evito en la medida de lo posible, porque si compras un envase de jamón serrano y lees los ingredientes, seguramente encuentres que lleva azúcar, de modo que, aunque pongas todo tu empeño en alimentarte de forma más o menos saludable, siempre has de ir sorteando trampas y obstáculos. Me queda la satisfacción de que si me muriera hoy, o mañana, al menos me ha dado tiempo a leer a Platón y a Aristóteles entre otros y a desenmascarar la perversa sociedad de consumo y salir de la caverna y comprobar que hay luz ahí fuera. Hoy, sin ir más lejos, y para que valga como ejemplo, vamos al pediatra con el bebé, para una revisión rutinaria. C. me dice que es mujer, y que tiene esperanza: me recuerda que el anterior, un señor muy simpático, por cierto, nos recomendó, en la revisión de los cuatro meses, que le empezáramos a dar “frutilla con azúcar, que así se la comen muy bien”. Jesús de la Palma 

La mente ha muerto

La plancha no se me da mal y siempre la llevo al día desde hace años. No siempre fue así. Recuerdo una época de soltero en la que la ropa descansaba apilada en la cama del dormitorio auxiliar. Aun así nunca he salido a la calle con la ropa sin planchar, no al menos que recuerde, y la memoria me da para décadas atrás. Hoy mismo he planchado una lavadora que he puesto a primera hora y que se ha secado a lo largo del día. Es domingo. La plancha no se me da mal, como tampoco se me da mal la vida, lo que no quiere decir que planche bien o que sepa vivir. No sé vivir como tampoco sé planchar, pero hago ambas cosas inercialmente. Los domingos, especialmente los domingos por la tarde, no son días propicios ni para la plancha ni para la vida. «¿Quién plancha un domingo por la tarde?». Me preguntaba eso mismo mientras planchaba y pensaba que era la única persona del mundo que estaba planchando mientras era asediado por un batallón de dudas. Y también: «¿Quién vive, acaso no están todos muertos a

Porteo

De vuelta porteo a M. A en la mochila. Está en el carricoche y se queja porque ya tiene sueño. Se duerme al poco. Le digo a ella que también porteé a J. «Veintisiete años después, mírate», ha apostillado ella.  Esta mañana he hablado por teléfono con J. Una hora, veintiocho minutos y treinta y tres segundos. Más tarde hemos intercambiado mensajes de guásap con cosas que se habían quedado pendientes y también le he enviado fotos de su hermano. Me ha dicho que está muy guapo y muy grande.  Estando en el centro comercial le he dicho a C. que aquí me siento muy cómodo y en parte soy más feliz porque no conozco a nadie y nadie me conoce a mí. Ha mostrado un gesto que denotaba compasión, aunque ya sabe cómo soy y por lo tanto no le ha dado demasiada importancia. Son ya algunos años juntos.  Llegando, se me ha ocurrido preguntarle que si conoce a algún tonto que rehúya a la gente. Jesús de la Palma 

Chisum

Imagen
Los debates de TRECE TV son verdaderamente delirantes, pero emiten películas que me gustan. Esta noche, “Chisum”, con un John Wayne en su etapa senior, repartiendo mamporros y aplicando justicia. En ese cine los hombres son hombres y las mujeres, mujeres; nada invita a la confusión. Qué alejado estoy de ambas posturas, tanto la de macho alfa interpretada por Chisum, como de la tiranía pseudofeminista de quincuagésima o sexagésima ola, vaya uno a saber. Me gustan las mujeres, siempre me han gustado, y no me refiero al plano sexual; siempre me he sentido cómodo entre mujeres, no obstante comienzo a mirar al género femenino con cierto recelo, más que nada, por preservar mi identidad física y emocional, no vaya a terminar metido en problemas por mirar a una de ellas directamente a los ojos. En cuanto a la película, me deleito con la estética de los vaqueros, con sus pañuelos anudados al cuello y sus sombreros tejanos. Mientras cenábamos, le he comentado a ella una escena que me ha parecido

Festivo

Hoy es festivo en varias provincias españolas. También aquí. Esta mañana hemos salido a desayunar. En la terraza, al llegar, he captado una frase al vuelo en una de las mesas, a saber: «Cuando me hice la serología ya sabía que era seropositivo». Me ha sorprendido la serenidad con la que lo ha dicho. Para marcharnos lo he mirado de soslayo. No tengo ningún prejuicio al respecto, pero por edad, ya que viví la terrible época de la heroína y el sida en España, cuando la enfermedad aún no tenía cura, expresiones así me siguen resultando impactantes. En la mesa de al lado había un chico, aparentemente gay, con dos mujeres algo mayores que él, tampoco demasiado. Hablaban de un programa de televisión, de sus concursantes, y también han mencionado a la recientemente fallecida María Teresa Campos. Me he imaginado a los tres abonados a la telebasura en sus ratos libres. En el transcurso del encuentro una de ellas se ha despedido y al poco el chico se ha abierto con la otra y ha terminado llorando

La Vuelta

Veo la vuelta ciclista a España en la televisión junto a M. A. Más que a los ciclistas admiro el paisaje; me llaman la atención los espontáneos que se arrancan en las pendientes a acompañar a los escapados para brindarles ánimo. M. A.  juega con mi mano y yo le agarro los pies. Mañana es fiesta aquí y hemos almorzado los tres fuera. Unas arepas riquísimas. En la mesa contigua había profesores que hablaban de la ratio por cada clase. La “Metafísica” de Aristóteles descansa a mi lado, en la mesa. Mientras almorzábamos, como estábamos frente a un instituto y hemos visto salir a los adolescentes, hemos sacado el tema del acoso escolar. Hemos especulado sobre cómo prevenir a nuestro hijo si se da el caso de que se tenga que enfrentar a ello; para que no caiga en trincheras dialógicas, hemos propuesto la lectura como solución. Jesús de la Palma 

La lectura aísla

La lectura aísla. El solo acto de leer ya es un ejercicio de introspección. Pero yendo un paso más allá, dependiendo del tipo de lecturas que se escojan, el espíritu se separa de la mundanidad, del runrún de lo cotidiano, y entonces el lector comienza a sentirse extranjero entre los suyos. Leer según qué libros no eleva, sino que libera; libera al lector del olor a cadáver, similar al padecimiento que soportaban los condenados a aquella tortura que practicaban los etruscos, atando al condenado de frente, cara a cara, a un cadáver. Jesús de la Palma 

La cafetería jazzística

Imagen
Una universidad da el curso por inaugurado, emiten las imágenes en el telediario regional. El decano viste el solemne atuendo tradicional, compuesto por toga, muceta, puñetas y birrete. Lo acompaña un alto cargo político, también uniformado. El mundo institucional habría que demolerlo y reconstruirlo, no sé si empezando por las universidades, pero sin duda incluyéndolas. Más tarde he salido a tomar café, a la “cafetería jazzística”, donde hablé con mi padre por teléfono una de las últimas veces. Ya no ponen la galleta que acompaña al café. Pido un café muy corto, con leche y sin espuma. Cojo la revista XL Semanal, allí escriben Reverte, De Prada e Isabel Coixet. Los tres tienen la columna asegurada. El primero escribe sobre que lee la revista ¡Hola! desde hace la tira de años y se queja de que en ninguna de las mansiones que muestran aparece una biblioteca; el artículo de Coixet es el único interesante, escribe sobre los matrimonios forzosos en Afganistán y la drástica decisión de much

Sentido y sensibilidad

Hoy me he puesto uno de los dos polos que tengo de Brooks Brothers; el rojo, el otro es azul. Tienen ya unos años. Ahora no me compro ropa de marca. El polo tiene un puntito apenas visible en la parte trasera, de haberle caído lejía. Esta mañana me lo ha recordado ella y me ha dicho que no me lo ponga más. Hace tiempo le habría hecho caso. Hoy me da igual, el espíritu jipi se ha hecho un hueco en mi carácter. Aquí se puede ir prácticamente durante todo el año con ropa de verano; polos, camisetas, chanclas y zapatillas y pantalones cortos. No me imagino a Unamuno vistiendo así. En la estatua que hay de él entre la iglesia y los juzgados va vestido de traje y sostiene un libro entre las manos. Tampoco me imagino a Cela, que ya era de otra generación, aunque todavía marcada por un severo y agrisado código de vestimenta. Respecto a estos dos, mi padre perteneció a una tercera generación: fue un niño de la posguerra. Él tampoco usó nunca pantalones cortos ni chanclas ni zapatillas de deport

En ocasiones me gusta la vida

En ocasiones me gusta la vida. Más que gustarme, hago por que me guste. Me esfuerzo todo lo que está en mi mano para hacerla soportable. Hasta quiero creer en Dios. Yo no entiendo a esas personas enamoradas de la vida. Para mí la vida es un trabajo, y trabajar cansa. Lo que sucede con el buen talante es que es un negocio de lo más rentable. No hay más que entrar a cualquier superficie comercial, allí todo son palabras amables y música alegre para sugestionar al cliente para que se rasque el bolsillo. Con la explotación laboral, que no es ni más ni menos que otra forma de esclavitud, sucede lo mismo: es una carrera de ratas hacia el precipicio. Los multimillonarios grupos de influencia asedian a la población con todo tipo de mensajes en favor del esfuerzo y el sacrificio, y así sucede que la gente termina peleándose por ver quien se jode la vida echando más horas. La sociedad es un tugurio oscuro donde en España mueren cuatro veces más personas por suicidio que al volante, sin embargo,

Plan Nacional de Prevención del Suicidio

Las muertes por suicidio multiplican por cuatro a las de accidentes de tráfico en España: 1145 fallecidos por accidente de tráfico según la DGT en 2022, frente a 4003 personas fallecidas por suicidio según el INE en 2021. Así las cosas, hoy, 10 de agosto de 2023, ha tenido lugar una manifestación en Madrid para exigir al Ministerio de Sanidad que ponga en marcha un Plan Nacional de Prevención del Suicidio; los medios de comunicación hablan de “cientos de asistentes” y no mencionan entre ellos a ninguna figura pública de relevancia. Jesús de la Palma

Lobos esteparios

Anoche pusimos la tele para cenar. Daban “Rambo. Acorralado, parte II”. A lo largo de los años las he visto todas, o casi todas. Aunque no puedo decir que sea un experto comentarista. Sé de la saga como de cualquier otra cosa, en un tono amateur . La saga que prefiero de Stallone es Rocky, sobre todo las primeras películas; a ella se las pongo por las nubes, y le digo que narran una preciosa historia de amor.  C. fue a acostarse con la trama aún en marcha y me dijo que ahí no había nada de amor, que este tipo de películas eran para mí, que a ella no le decían nada.  No me importan el trasfondo patriotero ni los elementales efectos especiales propios de la época. Advertí a una Co Bao empoderada en un tiempo en el que las mujeres en España estaban más cerca del régimen político militar anterior, y a un personaje principal fuera de la sociedad, un lobo solitario de nobles principios que vive “día a día”. Un moderno Aquiles o Ulises. Al terminar la cinta puse el canal 24 Horas, emitían un

Playa Blanca

Descubro que M. A. se ha descubierto los pies mientras leo a Aristóteles. Tiene cuatro meses. Escribo en el buscador: «¿Cuándo se descubren los bebés los pies?». Leo que entre los cinco y los seis meses. Primero son las manos. Ha estado un buen rato chupándose un pie; el dedo gordo, sobre todo. Me he reído mucho. Más tarde hemos salido; ya de vuelta hemos pasado cerca de Playa Blanca, la hemos visto desde la carretera. Hemos comentado que parecía que ya habían terminado las obras de reconstrucción del paseo marítimo y yo le he recordado a ella que no hacía mucho, mientras estaba embarazada, paseábamos por ahí mientras hablábamos de qué idiomas nos gustaría que aprendiera M. A.  Jesús de la Palma 

El devenir de lo cotidiano

Imagen
El devenir de lo cotidiano va enterrando los recuerdos silenciosa e implacablemente, como si de arena desértica se tratase. Volver a ellos es volver a una ciudad deshabitada, lo único que se puede hacer allí es observar el trasiego de las plantas rodadoras y sentarse a conversar con viejos fantasmas que  no conocen la verdad y que en cada ocasión nos cuentan una historia diferente. Anoche veía por segunda vez el nuevo capítulo de “La que se avecina” y me retrotrajo a los comienzos, cuando se llamaba “Aquí no hay quien viva” y Fermín Trujillo, personaje descendiente de la picaresca española del Siglo de Oro, se llamaba Emilio y era todo corazón. Durante el visionado me fui a Wikipedia y consulté la fecha de estreno de la primera temporada, que se remonta al año 2003. Yo era otro, junto a mis circunstancias. El mundo también era otro. En 2003 me compré mi primer ordenador de torre, recuerdo que me costó seiscientos euros. Internet era todavía un espacio rudimentario. La estafa bancaria m

Seres narrativos

Somos seres narrativos. La característica diferenciadora del ser humano respecto al resto de especies es la capacidad para contar historias. Otros animales cazan como nosotros y buscan agua y construyen nidos y establecen jerarquías y hasta ponen una piedra sobre otra; pero solo los hombres somos capaces de narrar el pasado y el presente y de inventarnos el futuro. Yo narro mi pasado a diario en un monólogo interno que no cesa, y lo voy moldeando como un bloque de plastilina que nunca termina de endurecerse. La materia prima es siempre la misma, pero cada día le doy una forma distinta. A este respecto estoy de acuerdo con algunos estudiosos cuando afirman que la Literatura es una disciplina científica. La Psicología y la Psiquiatría críticas, en tanto que practican la escucha activa, tienen más en común con la Literatura que con la Medicina. El Periodismo es otra rama moderna de la Literatura, por desgracia cada vez más ideológica y moralmente prostituida. Susan Sontag lo advierte en s

Cambio de opinión

La única crema que me pongo en la cara después del afeitado es la misma que uso para el cuerpo. En el cuerpo me la aplico a diario, solo en las extremidades, después de ducharme. Los dientes me los lavo tres veces al día, con enjuague bucal. Esta mañana, en la cafetería, he visto a una mujer joven, madre de tres, a la que le faltaban varios dientes. Hablaba con sus hijos en italiano, he supuesto que estaban de vacaciones. Me ha gustado verla sin dientes, más que un signo de pobreza, he intuido en ella un desafío a los cánones estéticos impuestos por las clínicas dentales. Cuando volvíamos, C. se ha adelantado con el niño y el carrito. La he visto de lejos y la he deseado como el primer día. Esta tarde se lo he dicho y se ha sonrojado. Hace unos días hizo la cuenta de cuántos años llevamos juntos. He leído veinte páginas de Jaeger, sobre Aristóteles. Ahora es por la tarde, esta noche espero leer otras tantas. Me he comprado un libro de Michel Onfray, “Decadencia”. De él solo he leído “P

Empatía

La escena de “Nacido el cuatro de julio” que denuncia la crudeza y el sinsentido de las guerras, y la demoniaca propaganda de los gobiernos en favor de aquellas, se queda en una mera anécdota con la sensación de estremecimiento que genera en el espectador el grito desgarrado que le espeta el joven Ron Kovic (interpretado por Tom Cruise) a su madre, con el que reclama la furiosa necesidad de «¡una polla enorme y tiesa!».   Esto sucede porque para empatizar con una causa necesitamos personificarla mediante un testimonio particular. Nos pueden bombardear con cifras de fallecidos en el Mediterráneo hasta el aturdimiento, pero hasta que no escuchamos el testimonio de un inmigrante superviviente de un viaje en patera, no somos capaces de tomar conciencia de la magnitud de la catástrofe humanitaria.  Con las prisiones sucede lo mismo, todos pensamos que son espacios que albergan  únicamente a los más infames criminales, hasta que, gracias a reporteros osados y bienintencionados, comprobamos,

Analfabetos por elección

Platón sienta las bases del pensamiento occidental y es un gran desconocido. La masa social ha superado el analfabetismo, pero ha caído en un pozo más hondo: la estupidez elegida. Hoy la población no lee por elección y no por imposibilidad. Aristóteles pasó veinte años con Platón; él mismo se lo confesó por carta al rey Filipo de Macedonia. Pero fue solamente por medio de la lectura y no de la viva presencia del espíritu socrático en la Academia de la década del 370 al 360 como el propio Aristóteles aprendió lo que había significado Sócrates para Platón y sus primeros discípulos. Las masas sociales hoy de los distintos países y continentes no solo desconocen el discurso intelectual; sino que lo desprecian y se mueven en un tercer mundo semántico como leones en la selva. Las masas sociales hoy, como en todos los tiempos, solo otorgan reconocimiento a los imbéciles y a los psicópatas, con la sustancial diferencia de que hoy no tienen la excusa de la falta de acceso a la educación. Jesús

Sam "Ace" Rothstein

Es una cuestión generacional. Cuando ayer hablaba con mi hijo mayor, le pregunté que si le gustaba el cine de mafiosos y me respondió con una interjección: «¡Pchs!». No era por la temática en sí por lo que hice alusión a este género cinematográfico, sino por un aspecto  concreto tratado en una película, a saber: “Casino”. Ni siquiera la conocía. Cuando fue a consultar en el buscador, exclamó: «Bah, es del noventa y cinco». El nació en el noventa y seis y aquella fecha se le antojó demasiado lejana. Trataba de hablarle sobre la complejidad que revisten las relaciones amorosas entre mujeres y hombres, donde nada parece regirse por las leyes de la lógica;  le puse como ejemplo el caso de Sam "Ace" Rothstein, interpretado por Robert De Niro, y Ginger McKenna, interpretada por Sharon Stone. Mientras que aquel le da todo, ella lo engaña con su socio y más tarde con un viejo amor, un tipo irresponsable, egoísta y sin más futuro que el declive más devastador, propio de perdedores voc

Edad adulta

Ayer hablé con mi hijo mayor. Se enfrenta a los problemas de la vida adulta. Trato de salvarlo de la podredumbre moral e intelectual del mundo de ahí fuera. Le doy consejos de padre. Los modestos consejos de un padre que sigue en la búsqueda de identidad y de un mínimo de coherencia en el mensaje. Hablamos de intereses particulares y de intimidades relacionadas con las emociones. Cómo nos sentimos cada uno y por qué. En un tramo de la conversación le hablé de Platón, cuando dice que, para no acabar en una abundante floración de locuras, los valientes, en lugar de ir en busca de una naturaleza igual a la suya a la hora del casamiento, deben buscar un alma modesta, de índole sensata, del mismo modo que las naturalezas saturadas de modestia, para no abastardarse más de lo oportuno, y arruinarse por fin completamente, deben ir en busca de naturalezas osadas. Jesús de la Palma 

Humanos del capitalismo

Humans of capitalism (Humanos del capitalismo) es una página de Instagram de la que creo haber hablado antes. Hoy he vuelto ha compartir una de sus historias en la plataforma, a saber: una pareja contrata una avioneta para desvelar el sexo de futuro bebé mediante una nube de polvo, según el caso, rosa o azul; en este en particular es rosa. La familia, junto a la pareja, lo celebran efusivamente, ajenos todo lo que no sea su microcosmos de felicidad impostada; mientras tanto, se aprecia claramente cómo una de las alas se quiebra y el artefacto, inevitablemente, se dirige hacia un evento catastrófico, con la presumible muerte de los tripulantes.  Jesús de la Palma 

La cafetería

Esta mañana he vuelto a la cafetería donde el año pasado hablé por teléfono con mi padre y donde, ya fallecido, escribí sobre él una entrada íntima para el blog que, aunque es pública, nadie ha leído. Esto último lo sé por las estadísticas, que se pueden consultar en un apartado de la plataforma. Lo hice así a propósito, pues en mi blog nadie me lee a no ser que publique una entrada concreta en una red social como Facebook o Instagram.  Llevaba sin ir desde enero, que fue cuando escribí la entrada de marras. Cuando he llegado a la casa de vuelta, ella me ha preguntado si, al ir con él carrito de bebé y al haber transcurrido tanto tiempo, los camareros, un matrimonio, que me conocen como cliente, se habían dirigido a mí. Le he dicho que no, que no hay la suficiente confianza.  Es una cafetería que siempre me recordará a mi padre, aunque él nunca haya estado allí. Hoy ha estado mi hijo por primera vez, dormido, en su carrito.  He hojeado dos números de XLSemanal, concretamente, los artíc

Ser feliz

Quizá sean más, pero para el caso me sirve la expresión de que algo se puede contar con los dedos de una mano, porque, ahora que lo pienso, puedo decir que los domingos por la tarde de los que guardo un recuerdo feliz pueden contarse con los dedos de una mano.  Ya he escrito antes sobre la melancolía propia de estos atardeceres tan particulares, tan parecidos a una pequeña muerte.  Nadie puede jactarse de su felicidad sin ser profundamente odiado o si antes no ha pagado el peaje de la infelicidad. Cuando alguien se alegra de que otro sea feliz suele decir que «se lo merece». Se lo merece por todo el padecimiento anterior. A ojos de los demás alguien se merece ser feliz si antes ha pasado por un infierno. De otra manera ,se suscita odio y envidia; como es natural, por otra parte, para algo somos humanos, y no dioses. Nadie soporta a otro al que siempre le haya ido bien y se vanaglorie por ello. Es por esto, por haber pagado el peaje de un sinfín de domingos sumido en el más profundo ale

La mar

Desde la ventana de la cocina vemos el mar. La mar. Siempre he querido vivir junto al mar. La montaña no me dice nada, la Meseta es cualquier cosa menos paradisiaca. Un drama quijotesco. El mar, la playa, me gustan tanto como desayunar con una taza personalizada que rece «la sociedad es un lavado de cerebro». El mar es horizonte, esperanza. Mi padre tenía un cuadro de pescadores en el salón y a mí me gustaba mirarlo y ver el mar. Hemingway escribió un libro titulado “El viejo y el mar” que nunca entendí. Lo leí hasta en dos ocasiones, pero no me dijo nada, quizá fue porque entonces era demasiado idiota, y puede que si lo leyera ahora le encontrara el sentido, aunque por el momento no tengo previsto hacerlo. El mar es mudo, no tiene mensaje. El mar es el más honesto de los elementos, porque no miente. Es como mirar a los ojos a quien se ama. Para escapar del mundo a veces me basta con mirar al mar, tiene un efecto curativo en mi ánimo difícil de explicar. Me gusta el mar porque no es de

Circunloquio

Hay diarios crudos, los de John Cheever son un claro ejemplo de ello. Ionesco también es brutalmente honesto. Estos, en cuanto a intimidades se refiere. Cioran es crudo en otro ámbito, en el de la intelectualidad y la espiritualidad; no habla de sus preferencias sexuales ni de los detalles más escabrosos, si es que los hay, sobre su vida íntima junto a Simone Boué, su esposa.  Mis diarios, los que comprenden la década pasada, están escritos en papel, y como los de cualquier diarista, son un fiel reflejo de mis circunstancias y lo que estas me llevaban a pensar; aun así, cuando los releo, veo en ellos demasiada afectación, cierta impostura, un querer darse importancia impropio de un hombre maduro que ha tenido el tiempo suficiente para reflexionar sobre lo acontecido. Siempre estoy tentado de romperlos y tirarlos a la basura. Son papeles demasiado íntimos, que únicamente conocemos ella y yo.  Los diarios de Internet, que escribo simultáneamente en Facebook y en Blogger, están asimismo m