Edad adulta

Ayer hablé con mi hijo mayor. Se enfrenta a los problemas de la vida adulta. Trato de salvarlo de la podredumbre moral e intelectual del mundo de ahí fuera. Le doy consejos de padre. Los modestos consejos de un padre que sigue en la búsqueda de identidad y de un mínimo de coherencia en el mensaje. Hablamos de intereses particulares y de intimidades relacionadas con las emociones. Cómo nos sentimos cada uno y por qué. En un tramo de la conversación le hablé de Platón, cuando dice que, para no acabar en una abundante floración de locuras, los valientes, en lugar de ir en busca de una naturaleza igual a la suya a la hora del casamiento, deben buscar un alma modesta, de índole sensata, del mismo modo que las naturalezas saturadas de modestia, para no abastardarse más de lo oportuno, y arruinarse por fin completamente, deben ir en busca de naturalezas osadas.

Jesús de la Palma 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo no soy malo (ficción narrativa)

Lecturas nocturnas

“Fresas salvajes”, “Olive Kitteridge” y “Panza de burro”