Festivo

Hoy es festivo en varias provincias españolas. También aquí. Esta mañana hemos salido a desayunar. En la terraza, al llegar, he captado una frase al vuelo en una de las mesas, a saber: «Cuando me hice la serología ya sabía que era seropositivo». Me ha sorprendido la serenidad con la que lo ha dicho. Para marcharnos lo he mirado de soslayo. No tengo ningún prejuicio al respecto, pero por edad, ya que viví la terrible época de la heroína y el sida en España, cuando la enfermedad aún no tenía cura, expresiones así me siguen resultando impactantes. En la mesa de al lado había un chico, aparentemente gay, con dos mujeres algo mayores que él, tampoco demasiado. Hablaban de un programa de televisión, de sus concursantes, y también han mencionado a la recientemente fallecida María Teresa Campos. Me he imaginado a los tres abonados a la telebasura en sus ratos libres. En el transcurso del encuentro una de ellas se ha despedido y al poco el chico se ha abierto con la otra y ha terminado llorando. Hubo un tiempo en el que yo también tenía amigos con quienes quedaba para charlar y contarles mis problemas e intimidades. Hoy mi teléfono no suena y no tendría a quien llamar si llegado el caso quisiera desahogarme. Después de mucho meditar a lo largo de los años he elegido este estilo de vida, no se trata de una circunstancia impuesta, sobrevenida. Tengo un círculo cercano y muy reducido y con ellos me basto. Todo lo demás que hay de mí hacia fuera son las confesiones de una máscara.

Jesús de la Palma 

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