Sam "Ace" Rothstein

Es una cuestión generacional. Cuando ayer hablaba con mi hijo mayor, le pregunté que si le gustaba el cine de mafiosos y me respondió con una interjección: «¡Pchs!». No era por la temática en sí por lo que hice alusión a este género cinematográfico, sino por un aspecto  concreto tratado en una película, a saber: “Casino”. Ni siquiera la conocía. Cuando fue a consultar en el buscador, exclamó: «Bah, es del noventa y cinco». El nació en el noventa y seis y aquella fecha se le antojó demasiado lejana. Trataba de hablarle sobre la complejidad que revisten las relaciones amorosas entre mujeres y hombres, donde nada parece regirse por las leyes de la lógica;  le puse como ejemplo el caso de Sam "Ace" Rothstein, interpretado por Robert De Niro, y Ginger McKenna, interpretada por Sharon Stone. Mientras que aquel le da todo, ella lo engaña con su socio y más tarde con un viejo amor, un tipo irresponsable, egoísta y sin más futuro que el declive más devastador, propio de perdedores vocacionales. Más tarde volví a recordar lo que siempre he pensado y sobre lo que he escrito en más de una ocasión, y es que Sam "Ace" Rothstein es el cornudo más digno de la historia del cine, en contraposición al patético Frost, interpretado en “Noche de circo” por Anders Ek.

Jesús de la Palma 

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