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Mostrando entradas de febrero, 2024

Concilio de Elvira

El Concilio de Elvira o de Ilíberis (en latín: Concilium Eliberritanum) fue el primer concilio que se celebró por la Iglesia cristiana en el primer tercio del s.IV. Tuvo lugar en la ciudad de Ilíberis, la actual ciudad de Granada; en la actualidad no existe duda sobre la ubicación de la antigua Ilíberis o Iliberri en el barrio del Albaicín. En catorce cánones relativos al matrimonio, conminó con la acostumbrada y espantosa pena de negar la comunión, aun in hora mortis , entre otros, al marido consentidor en el adulterio de su esposa. El porqué de rescatar esta información tan valiosa se aviene a un innegable e irreprimible principio de fascinación por el cuclillo o marido de la adúltera por mi parte; lo que viene a ser, en lenguaje coloquial, un cornudo consentido . A este respecto, hirientes hasta límites insospechados me resulta Frost (“Noche de circo”), el marido consentidor de ultraje más patético de la historia del cine. Y es que si hay un infierno para el hombre, incomparable a n...

Prólogos y nomenclaturas

Ayer, algo más de las densas setenta páginas que conforman el prólogo de de la primera parte de la Historia de los heterodoxos españoles. Una nomenclatura interminable intercalada con justificaciones de la madurez respecto a la juventud, pues la obra en cuestión, al momento (26 de noviembre de 1877), se ha renovado a través de una concienzuda revisión por parte del autor. Aun así, salgo airoso del envite y alcanzo el primer capítulo, que, ahora sí, me abre, tan solo con el título, un horizonte esperanzador:  Propagación del cristianismo en España. Menéndez Pelayo habla de Santiago el Mayor, quien esparció la santa palabra por los ámbitos hespéricos: edificó el primer templo a orillas del Ebro, donde la Santísima Virgen se le apareció sobre el Pilar, y extendió sus predicaciones a tierras de Galicia y Lusitania.  Jesús de la Palma 

Un reló

Esta noche he soñado que deseaba un reloj con la misma intensidad que se tiene un sueño erótico. No era ninguna pieza de alta relojería; un Casio metálico, analógico-digital, con las manecillas tradicionales y una minipantalla en la parte de abajo del cuadrado. Cuando era chico fueron una revolución de estilo y quizá mi ardiente deseo haya sido el reflejo de un anhelo latente por recuperar una infancia feliz y ya demasiado lejana. He mirado el precio y rondan los cuarenta y ocho euros, es una cantidad que, aunque no es pequeña, no me ha parecido desmesurada; digamos que asequible para el ciudadano de a pie. Cela, que yo recuerde, escribía reló, y dudo mucho que vistiera un Casio; lo veo más calzando un Omega en caja de oro y correa de piel negra; pero, quién sabe qué joya llevaba atada a la muñeca el Nobel y monstruo de las letras y del humor. El tema de la relojería de alta gama tiene cuerda para rato. Hay infinidad de perfiles en redes sociales que hablan no solo de los originales, s...

Hora de la merienda

Hoy, como ayer, tampoco he merendado. Un plátano. Pero es que comerse un plátano después de las siete no es merendar. Se merienda entre seis y seis y media; siete, a lo sumo, café y media tostada de lo que sea, o una torta de Inés Rosales. He pasado media vida merendando fuera, es un ritual que le ha venido dando sentido a mi existencia durante todo este tiempo. Con mi padre he ido a merendar la mayoría de las veces. He llegado a estar con un amigo y al llegar la hora de merendar salir pitando a donde estuviera mi padre, recogerlo e ir a la cafetería. Los momentos de mayor regocijo y serenidad los recuerdo en una cafetería, solo o con mi padre, con mis hijos o con mi esposa. Las cafeterías son para mí poco menos que un lugar de culto. Hoy he ido a la jazzística a primera hora de la tarde, poco después de comer; he tomado solo café, y después, al parque, donde he avistado a una bebé de más o menos los mismos meses que el mío, y allí que me he plantado. M. A. se ha vuelto loco con la beb...

La presentadora del telediario

Me gusta la presentadora del telediario regional y se lo digo a C. Ella está enamorada de Alejandro Sanz y la vida continúa. En ocasiones, cuando aparece en pantalla con un nuevo peinado o un traje que le favorece, C. me dice que ahí la tengo, que mire lo guapa que está, y que si quiero, me vaya con ella. Ni más ni menos que el inofensivo juego que mantiene vivos el humor y la chispa del amor dentro de la pareja.  Hoy le he hablado de la nueva fisioterapeuta que me está tratando: «¿Sabes que hemos estado hablando casi todo el tiempo que dura la sesión y hemos abordado temas como la teoría del conocimiento, las neuronas espejo y, para terminar, y ya en un plano de más actualidad, ella me ha preguntado si tenía conocimiento de la “cárcel de Bukele”, y de ahí hemos pasado a Quentin Tarantino y Charles Manson?».  En esta ocasión me ha dicho que «eso es mentira». Y al yo asegurarle que le hablaba en serio: «Pues ya sabes lo que tienes que hacer. Yo ya tengo lo que quería». Entonces...

Zancos por títulos académicos.

Lo que hace triunfar la narrativa de Barley Nigel en “El antropólogo inocente” es su estilo desenfadado, alejado de toda ínfula académica. Es por ello por lo que tras leer un pasaje en el que narra cómo se encuentra con una pareja joven y norteamericana de misioneros en la África más profunda y escribe: «Todos nosotros desprendíamos el intenso aroma de la educación superior», uno solo puede que sonreírse al pensar en esas pobres gentes que caminan por la vida con zancos hechos a partir de sus títulos académicos. Jesús de la Palma 

Un caso ejemplar

No soy un experto en Charles Manson, pero no me cuesta imaginar que en el mundo de la criminología lo lleguen estudiar en profundidad, como un caso ejemplar. Manson es lo más parecido en la vida real al Joker de Todd Phillips, protagonizado por Joaquín Phoenix. En cualquier caso, hay fragmentos suyos de entrevistas donde, como Arthur Fleck (magistralmente interpretado por Phoenix), se muestra más lúcido, honesto y revelador en su discurso que cualquiera de los líderes mundiales actuales. Jesús de la Palma 

Mi amor no viene con manual de instrucciones

He comprado una de esas tarjetas para días especiales. Estaba hecho a la idea de comprar cualquier cosa, con cualquier mensaje estándar, del estilo de “Te quiero mucho” o “Feliz san Valentín”, pero afortunadamente he dado con una que no me ha parecido del todo mal. “Mi amor no viene con manual de instrucciones”, eso dice. Dentro he escrito algunas cosas de mi cosecha y he citado a Ozzy Osbourne en una entrevista junto a su esposa, a sus setenta y cinco años, donde hace una descripción del amor en pareja bastante honesta y decente, a saber: «Sharon es mi alma gemela, a veces la amo y a veces no la amo; a veces estoy enfadado con ella y a veces estoy loco por ella; a veces estoy celoso y “a veces tengo ganas de matarla”; pero después de todo, la amo más que a cualquier cosa en el mundo; no podría vivir sin ella, y mi amor por ella ahora es más grande que nunca antes». Jesús de la Palma