Soy un hombre periférico, no me llaman las obras ni las palabras mayores; por eso no terminan de llamarme la vida o la muerte, y siempre ando entre dos aguas. Trato de ser eso que los hombres no perdonan que se sea: uno mismo.
El monólogo interior no me aflige. Convivo con él con la más absoluta naturalidad, a la manera de esos médiums que cohabitan con los fantasmas, como en una suerte de comuna platónica. A menudo me pregunto cuándo empezó todo, y en cada ocasión obtengo una respuesta distinta, lo que no es impedimento para que siempre termine encontrando el camino de vuelta a lo que considero que más se acerca a la verdad. Todo pudo empezar cuando, siendo muy chico, y ante una de las regañinas de turno, le repliqué a mi padre que yo tenía mis derechos. Como ni determinista ni existencialista, no considero que no pudiera haber cambiado de alguna manera mi destino; no obstante, no me cabe duda de que tanto el carácter como las circunstancias influyeron de manera decisiva en quien me terminé convirtiendo. Me gustaría poder contar una historia en la que no hubiera pasado nada; pasearme por los aledaños de los acontecimientos y detenerme en cada detalle; describir cada esquina y cada pilar, cada pared, ca...
Yo vivo , el tema del 2000 de Mucho Muchacho con 7 Notas 7 Colores, comienza diciendo: «Yo vivo calle, yo vivo peligroso, yo vivo rap y coches». ¿Por qué me acuerdo de esta canción, referente del rap español de todos los tiempos? Por una rima que entona más adelante Mucho Muchacho, con el desparpajo que lo caracteriza: «Tú con tus amigas, y yo con mis amigos». ¿Y por qué Yo vivo , y en concreto este fragmento? Pues porque mi esposa ha pasado la tarde con sus amigas y yo con un amigo. Un amigo, por cierto, al que hacía años que no veía; un viejo amigo con el que he retomado una amistad que, según mis cuentas, dura ya veintiocho años. Más de dos décadas, casi tres de amistad, es un número difícil de asimilar, por lo que nuestra amistad ha sufrido baches, encontronazos y dulces reencuentros como el de hoy. En cuanto al carácter, somos como dos toros de lidia que han aprendido a convivir en tanto que han terminado por entender que no son el uno sin el otro. Hoy he visto a la misma persona ...
Anoche hablaba con mi hijo mayor sobre los dos últimos acontecimientos artísticoculturales a los que he asistido y que aún me rondan por la memoria, a saber: la última de Joaquín Phoenix, con Todd Phillips al volante, Joker: Folie à Deux , y lo último de Manuel Vilas, El mejor libro del mundo . Cuando recibí su llamada (lo estaba esperando, pues es su hora de llamarme, y ayer tocaba), tenía entre manos la Historia Oxford de Grecia y el mundo helenístico . Estaba tan cansado (era a última hora de la tarde, ya oscurecido) que cogí el teléfono con amor de padre, pero sin espíritu. No obstante, solo tuvieron que pasar un par de minutos para que recobrara el ánimo y empezaran a fluir las ideas y las palabras, todo lo que quería decirle y que había quedado sepultado bajo toneladas de agotamiento físico y mental. Hubo tiempo para hablar de Yugoslavia y su trágico desenlace, y de China, concretamente de Foxconn, la empresa que, según se describ...
Comentarios
Publicar un comentario