Un despertar feliz
Ayer fue el despertar más feliz de mi vida. Al menos así lo veo hoy por hoy. No hablo de una felicidad chillona, estrambótica, afectada, sino serena, comedida, reflexiva. Abrí los ojos muy temprano y estuve leyendo. Luego se despertaron ella y el niño. Leer y estar junto a ellos, en eso consiste mi felicidad.
Jesús de la Palma
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