Resentimiento

Me he convertido, o mejor dicho, siempre he sido un resentido con la sociedad. Desde chico no entendía el funcionamiento del mundo, no encajaba en el molde social. Desde que recuerdo he mirado con recelo y escepticismo. He aprendido, no obstante, a ser un resentido pacífico, paciente, por momentos indiferente. Guerras, abusos de poder, corrupción estatal, y ¿quién soy yo? Lo único que está en mi mano es estudiar: observar los acontecimientos con mirada crítica, apoyada en juicios eruditos de los que ya pensaron gloriosamente antes de mí. 

Jesús de la Palma 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo no soy malo (ficción narrativa)

Lecturas nocturnas

“Fresas salvajes”, “Olive Kitteridge” y “Panza de burro”