Gödel
Pues está muy bien “Maniac”, el libro de Labatut. Se lee rápido, desde luego, pero no “en una tarde”, como he llegado a leer en alguna parte. Primeramente porque hay que detenerse e investigar, a no ser que se sea un gran conocedor de la vida y obra de los matemáticos más insignes. En dos días he leído algo más de cien páginas, de las trescientas veintisiete de las que consta la obra. Voy por Gödel, un genio de la disciplina, casado con Adele Nimbursky Porkert, una bailarina de cabaret estadounidense. El final del genio resulta conmovedor. Sufría un temor obsesivo a ser envenenado, y no comía a menos que su esposa le preparara la comida. Según diversas fuentes: «A finales de 1977, Adele fue hospitalizada durante seis meses y no pudo continuar preparándole la comida. En su ausencia, Gödel rehusó comer, hasta el punto de dejarse morir de hambre. Al momento de su muerte pesaba unos 30 kg».
Jesús de la Palma
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