Flores y chumberas

Otra entrevista de Charles Manson. El público se pronuncia en los comentarios. Para la mayoría gana la opinión de que es la mejor entrevista que se le ha hecho. Señalan que Ron Reegan Jr. no lo juzga y le deja total libertad para expresarse. Manson lleva entrando en instituciones de castigo desde los diez años. Resulta paradójico por eso mismo escucharlo decir que la prisión es una institución reformadora. A la pregunta de Reegan de qué habría sido de él de no haber estado institucionalizado desde tan temprano, Manson es tajante: «No habría crecido». Manson incide: «La prisión me ha salvado muchas veces». Y continúa: «La prisión es como un monasterio, vienes aquí, te recoges y tienes la oportunidad de volver a hacerlo bien». Independientemente de los crímenes cometidos por Manson, los cuales no vengo a juzgar, no es la primera vez que escucho en una entrevista a alguien que ha pasado por la cárcel emitir un juicio idéntico al de Manson. La perversión del sistema no solo radica en sus acciones, sino en cómo moldea las ideas de sus víctimas potenciales. Desgraciadamente, hay quienes nacen con el número de preso tatuado en alguna parte del cuerpo, así como hay otras que han nacido para estar del otro lado, como pueda ser el caso de Ron Reegan. Ya lo dijo Cela con la maestría que lo caracterizaba: Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuésemos de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. Hay hombres a quienes se les ordena marchar por el camino de las flores, y hombres a quienes se les manda tirar por el camino de los cardos y de las chumberas.

Jesús de la Palma 

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