Dotados para la muerte

Hay seres dotados para la muerte a los que no hiere la muerte, porque ellos en sí mismos son muerte, aliados de la eternidad. Los demás morimos, muertos por la muerte, sin saber muy bien qué es la muerte; sin morir del todo, porque tampoco, quizá, estuvimos vivos, porque para sentir la vida hay primero que estar dotado para la muerte, ser, en cierto modo, muerte. Decía Sylvia Plath que «morir es un arte», y también que «yo lo hago excepcionalmente bien».

Jesús de la Palma 

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