Calabaza cruda

Anoche confundí un táper de calabaza pelada con uno de papaya. Cuando fui a darle un bocado me llevé la sorpresa. Mientras tanto, ella se reía: «Es para el puré de M. A.». Lejos de pensar en una imagen de comedia norteamericana, chata y vacía, para darle empaque imaginé la escena con un aire castizo, berlanguiano; una escena costumbrista, en blanco y negro, más cercana a la tragicomedia. De trágico tenía la textura amarga y áspera de la calabaza cruda y el matiz natural que le imprimen a la escena todos los años de vida que llevo a la espalda, que ya van siendo unos cuantos, y no hay nadie a mi edad, por muy ciego que esté, que no le haya visto los colmillos al lobo.

Jesús de la Palma 

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