Acento de Graná

En cuanto articulo palabra reparan en mi acento. El médico: «Usted no es de aquí, ¿verdad?». «No, de Granada». «Ah, Granada; mucho calor en verano y mucho frío en invierno; nada, nada…». A continuación ha hecho referencia al clima de Milán, también inconveniente. Le digo que la pierna me ha dolido más con el frío durante la Navidad y me ha dado la razón. En la explanada de fuera han montado una carpa de circo; el principal reclamo es el dibujo de una amazona. Desde que vi Noche de circo no puedo evitar mirar los espectáculos circenses con cierta melancolía. De ahí voy a tomar café, no hojeo, como de costumbre, el XLSemanal, con Pérez-Reverte y De Prada. Unas cuantas páginas de Tan poca vida, la novela de Hanya Yanagihara. Más tarde voy al supermercado, en la cola para pagar tengo delante a un señor mayor; solo lleva dos pequeñas cuñas de queso, tiene un prominente bigote y la barba de días. «Hace lo que puede», me digo. Reparo en que en una muñeca lleva aún una pulsera identificativa de haber estado ingresado en el hospital. La soledad es una epidemia devastadora y silenciosa.

Jesús de la Palma 

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