Vida revolucionaria
Se me ha aliviado el dolor de cabeza sobre el mediodía. Pero he preferido no retomar la lectura formal y me he recreado con algunas páginas de los Cuadernos de Cioran por la mañana y algunas de los Diarios de Cheever por la tarde. Entretanto, he escrito, con esta, tres entradas para el Diario. Leer y escribir y amar y tomar café. Esa es mi vida. La vida de un revolucionario.
Jesús de la Palma
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