Respect

Hoy han cambiado las clases por unas jornadas de convivencia. Se han reunido en el centro sede y han venido alumnos de todos los centros. Se han llegado a juntar noventa personas. Hay alumnos de todas las edades, todos mayores de edad, hasta por encima de los ochenta años. Han comido y bebido y cantado con el karaoke. El centro colindante es de educación especial. Un alumno adolescente, con un autismo severo, a tal punto que tiene que llevar unos cascos aislantes, que lo protegen del ruido exterior, ha aparecido con una profesora y han preguntado si él podía cantar una canción. Se ha atrevido con Respect, de Aretha Franklin, dejándolos a todos boquiabiertos, ojipláticos, por la perfecta entonación y pronunciación. Cuando ha terminado, les ha dicho a todos que ha sido el día más feliz de su vida. Me lo ha contado mientras comíamos, y, cómo me ha costado contener la emoción. 

Jesús de la Palma 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo no soy malo (ficción narrativa)

Lecturas nocturnas

“Fresas salvajes”, “Olive Kitteridge” y “Panza de burro”