Cuarenta años después

En mi caso, treinta y tantos años después sigo con ellos. Los descubrí con doce. El año pasado los vimos en directo, y qué gozada. No hay nada como ver a los grupos de tu juventud, es como traspasar una puerta en el tiempo. Mirando la foto, aunque muy lejano, me veo un aire con el que no enseña los dientes, más que nada porque yo, como él, tampoco sonrío; también por lo alto y delgado, y puede que un poco por la nariz. En cualquier caso, todos han envejecido muy dignamente. Dentro, los reportajes de Reverte y De Prada. El primero, sobre el oficio de camarero, cuyo profesionalismo está en vías de extinción; en cuanto al segundo, quien ha hecho una apuesta sobre seguro, y escribe sobre amnistías y catalanismos, no he pasado del primer párrafo.

Jesús de la Palma

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