Reyes destronados

Emocionalmente y quitando a familia y amigos, estoy más cerca de los locos, grandes desheredados, reyes destronados, que de cualquier otro ser humano. Esta misma tarde, en la cafetería, se ha acercado una loca al bebé, lo ha saludado efusivamente y le ha hecho unas pocas cucamonas. Las camareras, sin darle tiempo, han salido a increparle: «Fuera, fuera, no te acerques al niño. Vamos a llamar a tu hermano». Por esto último he dado por hecho que la conocían, pero bajo ningún concepto he considerado tolerable que la trataran como a un animal; un comportamiento intolerable en una sociedad avanzada, donde el debate sobre la tolerancia y la inclusión social son los Ases de espadas del debate político. No obstante, la salud mental está en el foco del debate político como todas las demás cuestiones relevantes, únicamente en superficie y marcada por la conveniencia y el oportunismo de los parlamentarios, que más parecieran hienas al acecho del voto, que dirigentes preocupados por educar y facilitar medios a una ciudadanía enceguecida por el adoctrinamiento y acuciada por la necesidad.

Jesús de la Palma 

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