Perros del poder

Personalmente no me llevo bien con la autoridad en el plano anímico. En la práctica cumplo la ley a rajatabla, pero mi opinión dista un océano de mi forma de actuar. La ley está hecha para favorecer a una élite corrupta, podrida moralmente desde lo más profundo de su interior. No hay justicia sino para los ricos. 

Aunque me repugne, entiendo que los que forman casta defiendan sus intereses de clase, no obstante me cuesta entender a los grupis de los poderosos, reptiles de baja estofa; personajes de lo más rastrero y servil, porque no es lo mismo ser el grupi de un cantante que de alguien que maneja o tiene estrecha relación con quienes manejan los hilos del poder. Aquellos son seres inocentes; estos, perros del diablo. Destacan entre estos últimos principalmente periodistas y todo tipo de líderes de opinión.

Ayer me salía al paso en una red social la imagen de una de estas hienas del demonio, de ideología de ultraderecha, que se dedica, junto a un grupo de matones, al desalojo de espacios y a hacer demagogia política mediante un discurso violento y enajenado; aparecía sonriente junto al recientemente desaparecido de la política Iván Espinosa de los Monteros, promotor inmobiliario y IV marqués de Valtierra. Claramente, la foto es fruto de un encontronazo, buscada por parte del advenedizo, y tanto la pose como las sonrisas de ambos, como no podía ser de otro modo, son forzadas. En el pie de foto se hace alusión a una supuesta amistad, y es que lo más grave de estos capataces de Satanás es su sumisión, la cual los conduce hasta el delirio de pensarse iguales que sus amos.

Jesús de la Palma 


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