Plaza de las Pasiegas

Ocho de julio, Plaza de las Pasiegas, Granada. El público, mayoritariamente turista, se agolpa ante lo que parece ser un concierto improvisado. Venimos de Plaza Nueva y de tomarnos un helado en Los Italianos; las calles bullen de gente, entre extranjeros y oriundos. Como me crié en el centro, y todas estas calles son mi barrio, le comento a ella que en aquellos tórridos e interminables veranos de la juventud, que tengo grabados a fuego en la memoria, el centro de Granada más parecía un páramo.

Jesús de la Palma 

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