Un día feliz
El conocimiento me sitúa en el mundo. Tengo pasión por el conocimiento. No es amor, es necesidad. Aunque amar es necesitar. Hoy tan solo he leído un par de páginas de la “Paideia” Jaegeriana y otras tantas de una tesis defendida en 2013 y titulada “Comportamientos sexuales, masculinidad y ciudadanía en la Atenas clásica: El discurso de Esquines contra Timarco”. En la portadilla se cita a Butler, Beauvoir y Foucault. He leído a Beauvoir y a Foucault; también a Paul Preciado; no a Butler. En cuanto a la “Paideia”, voy por la página mil treinta y nueve, donde se teoriza sobre la “República” de Platón. En parte no he leído hoy mucho porque he vuelto a escuchar una clase sobre el diálogo de marras para aclarar conceptos que no termino de asimilar. Como hemos comido fuera, le he hablado a ella de la fuente inagotable que es Platón y le he puesto un ejemplo de cómo a través de este se puede interpretar el debate político actual. Un día sin lectura, al menos sin el cupo de páginas al que me obligo de ordinario, es un día huérfano en cierto sentido. Como un día sin escritura o un día sin amor. Aunque hoy ha sido un día en conjunto feliz; he leído, poco, pero he leído; he amado y he escrito.
Jesús de la Palma
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