Tarde de sábado
L., mi sobrino chico, cuatro añitos, mira con atención a su primo M. mientras duerme, le cambian el pañal y lo amamantan. Quiere que crezca para jugar con él. Me lo llevo a merendar y nos sentamos a la mesa y tomamos café con leche y Cola Cao y sendas tostadas de aceite, tomate y jamón serrano. Le pregunto que cuántos amiguitos tiene. Dos: J. y A. Se saca una zapatilla, se la pongo. El Cola Cao está caliente. «Tito, quema». «Tito, vamos a la plaza a jugar con avión». «¿A ver el móvil?». «No, el móvil, no». En la barra, dos parejas; alternan con cubalibres. Cuando me levanto a pagar, inevitablemente escucho la conversación: sobre cómo es mejor la elaboración de la mayonesa, sin con aceite de oliva o de girasol. Me llama la atención que sea mejor con aceite de girasol; estamos en la Subbética, tierra de olivares.
Jesús de la Palma
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