Uberización

No, todo no iba a salir bien. Fomentando la acumulación de capital y la precariedad laboral, ¡de qué forma nos tomaron el pelo con la plandemia!

No hace falta recurrir a la literatura especializada para hacerse una ligera idea de qué es la uberización de la economía; está a golpe de clic en Internet, a saber: un proceso de cambio en el mercado laboral que ha dado lugar a nuevas formas de explotación y al empobrecimiento de muchas personas trabajadoras. 

Anoche veía, cortesía de Televisión Española, un documental titulado “Raiders”. En este, aparecían testimoniantes que trabajaban para las diferentes y principales empresas que dominan el reparto de comida a domicilio.

Varios de ellos narraban su experiencia tal y como uno esperaría que lo hicieran, pero otros, contra toda lógica, defendían el modelo de empleo, aludiendo a la “flexibilidad” y las “buenas condiciones”. Afortunadamente, durante el transcurso de la emisión, un narrador de fondo dejaba traslucir una verdad que cualquier espectador con un mínimo de sentido común intuiría, a pesar de su desconocimiento, a saber: competencia despiadada, autoexplotación y despidos éticamente improcedentes e indiscriminados. 

Para ser fieles a la verdad, antes de que cada trabajador emitiera su juicio experiencial, los productores del documental escribían en la parte superior de la pantalla cuánto ganaba a la hora, según la empresa, el testimoniante: ninguno alcanzaba los siete euros.

Esto, inevitablemente, me llevó a pensar que si la historia y la filosofía son materias de estudio cardinales, es para desmadejar el ovillo de mentiras que corroen el entendimiento colectivo y volver a los orígenes del sentido común.

Jesús de la Palma 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo no soy malo (ficción narrativa)

Lecturas nocturnas

“Fresas salvajes”, “Olive Kitteridge” y “Panza de burro”