Resuello

Antonio Gala habla sobre Andalucía en una de las entrevistas publicadas en el canal de Youtube de su fundación: «Me duele Andalucía».

 Habla de «una cabalgata de campesinos» que lo recibieron a lo “Bienvenido, Mr. Marshall” y lo pasearon por el pueblo en un “seílla (SEAT 600)” «como se pasea a una Virgen en Semana Santa».

 «Cómo no me va doler Andalucía», suspira. 

Habla de la gente del pueblo con cariño, pero a la vez con distancia aristocrática. Así, ¿cómo no le va a doler Andalucía, su gente? 

Otra cuestión, ay, es cuando a uno le toca el asiento en el gallinero, el paso entre la marabunta; ahí ya se deja de romantizar al pueblo, porque entra en juego la lucha por la supervivencia. Y es que no es lo mismo mirar la vida con el resuello del otro que quiere lo mismo que tú dándote en el cogote. 

Una cosa sí me agrada, y es su honestidad al no ocultar sus “ganas de morirse”. Está viejo y se sabe viejo: «Estoy lleno de enfermedades y de arrugas; y tengo mucha edad y creo que ya es hora de retirarse y no me importa absolutamente nada». En esto me ha recordado a unas declaraciones de Escohotado a “El Mundo (14/06/2021)”: «Ya tengo ganas de morirme». 

Prosigo con la lectura de “El infinito en un junco”. En el tercer capítulo, Irene Vallejo narra las conquistas de Alejandro Magno, pero únicamente subrayo el pasaje que narra cuando sus hombres, los que no habían quedado horriblemente mutilados, los que no habían muerto como perros en las cunetas después de haber soportado hambrunas, fríos glaciares, sed y travesías por el desierto, se declaran en rebeldía.

Jesús de la Palma 

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