Paciencia

En tres días, ciento cincuenta páginas, de mil ciento cincuenta y una, de la “Paideia” de Jaeger.

Homero, Hesíodo y Esparta.

Esta mañana, diez minutos añadidos de ejercicio cardiovascular. Luego, trabajo de pectorales y tríceps. Mientras tanto, escuchaba una clase sobre el Quijote de Ernesto Castro.

Jesús G. Maestro hablando del Quijote tiene tanto de dictador como de cómico.

Hablando del Quijote, Castro y Maestro se complementan. Castro habla por voz de los más ilustres comentadores que ha habido a lo largo del tiempo; Maestro lo comenta de forma dogmática.

Está tarde han venido a instalar unos ventiladores de techo, que también son lámparas. Dos blancos, para los dormitorios, y uno negro, para el salón. 

A medio día, en el telediario, algo sobre la jubilación que me interesa, aunque todavía queda tiempo...

Día tímidamente fresco y ventoso para lo que es mayo aquí en el sur. Siempre he envidiado en verano a la gente del norte. 

El verano idílico, climatológicamente hablando, está en cualquiera de las islas Canarias. 

Unamuno estuvo desterrado en Fuerteventura; tengo varias fotos posando junto a su estatua. En cierta ocasión se me ocurrió fotografiarlo con un libro en las manos, para publicarlo en Facebook y generar expectación y provocar alguna sonrisa, pero creo que no lo hice. Solo lo pensé. Quizá cuando vuelva lo haga. 

Muchas cosas se piensan y se hacen al cabo de los años; por ejemplo, el libro de Jaeger lo tenía pendiente desde hacía bastantes años. Recuerdo que la primera vez que lo sostuve en las manos fue en una librería de Málaga. Lo compré bastante tiempo después, y no allí. Y después de que lo comprara ha tenido que pasar el tiempo hasta que me he decidido a leerlo.

Todo tiene su momento, parece ser.

Tener paciencia, más que una virtud, es una causa de fuerza mayor.

Jesús de la Palma 

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