Sala de espera

En situaciones de espera leo en el teléfono. 

Para estos casos, por su estilo aforístico, Cioran es muy socorrido. De sus “Cuadernos” llevo así ya unas cuantas páginas. 

Otras veces, dependiendo del tipo de lectura, cargo con el libro de papel que en ese momento traiga entre manos. 

Hoy no es el caso; la historia de la Inquisición de Kamen es un documento más propicio para el silencio de una sala de estudio que para una sala de espera. Recurro entonces a los “Diario" de Marie Bashkirtseff, quien nació el 20 de noviembre de 1858 en el Imperio ruso, en territorio de la actual Ucrania.

Sus padres eran terratenientes de la pequeña nobleza provinciana. 

Siempre me han interesado los orígenes y el entorno circundante de los escritores. ¡Quiénes son fuera de su obra! O, si se prefiere, pues vida y obra siempre van entrelazadas, cuáles son los mimbres de la obra. 

Reparo pronto, en el estudio introductorio, en que Bashkirtseff era feminista, rechazó infinidad de pretendientes y, finalmente, se enamoró perdidamente de un don Juan que le rompería para siempre el corazón.

El éxito y la ambición suelen ser características que se dan entre los privilegiados. Bashkirtseff, deseosa de inmortalidad, contactó sin éxito con Maupassant y Edmond Goncourt.

Luego de su prematura muerte, la familia, acaudalada, no habrá de restringirse en dispendios para perpetuar su memoria.

Jesús de la Palma

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