Circe

Leer con Manuel Abril en brazos se ha convertido en un ejercicio cotidiano. Se resiste a la cuna y al carro y solo transige cuando ya está dormido.

De cuando en cuando lo miro y tiene la mirada fija en mí. La mirada difusa y aparentemente escrutadora de un bebé de seis días.

Leo sobre la Inquisición española, relativamente favorable a los reos en comparación con la crueldad y las mutilaciones que eran normales en los tribunales seculares. 

Una concesión muy importante fue permitir al acusado obtener los derechos de un abogado, no obstante posteriores modificaciones a la regla hicieron que el proceso de defensa fuera una simple farsa. 

Aunque de ordinario la Inquisición no torturaba a los muy ancianos o muy jóvenes, hubo casos documentados en que los tribunales lo consideraron necesario. 

Mi intención al escribir hoy es poder leer esto algún día con Manuel, para que entienda con ello que nada se construye sin amor y sacrificio, y que para comprender el presente hay que estudiar el pasado; además de que dejarse arrastrar por la corriente de pensamiento de cada tiempo equivale a ahogarse en alta mar, por no haberse tapado los oídos con cera, para evitar escuchar el canto de las sirenas. 

Jesús de la Palma 

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