Rico come pobre
Hay muchas verdades, pero especialmente una que me preocupa: el rico roba al pobre, lo arrincona, lo humilla, lo analfabetiza, lo explota, lo martiriza y lo responsabiliza de su situación. Me preocupa, además, que el pobre idolatre al rico en una suerte de síndrome de Estocolmo coral. Me preocupa la aporofobia. Me preocupan las cárceles llenas de pobres y me pregunto cuántas de las once personas que se suicidan a diario en España son pobres.
Jesús de la Palma
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