Homo operarious

El hombre es un ser hacedor, un homo operarius. Si Cioran fue un suicida vocacional, esto se debió principalmente a su situación de desempleo: cuando la administrativa de la clínica le pregunta si está parado o trabajando, éste se desmorona al punto de sentirse más humillado que si lo hubieran tildado de asesino (“Cuadernos 1957-1972”, pág., 173, Tusquets). 

En la correspondencia mantenida entre Maquiavelo y su amigo Francesco Vettori (1474-1539), el propio Maquiavelo hace alusión, en un periodo en el que se encontraba obligado al ocio forzado, a su necesidad de darle la vuelta aunque fuera a una piedra con tal de estar haciendo algo. 

No obstante estos dos concluyentes testimonios, en el imaginario colectivo se recurre a la cómica y recurrente idea del vago desempleado, con la que se estigmatiza, sin razón, al que ha caído en desgracia por azares del destino. 

Un relato, éste, que triunfa por la amplia difusión y credibilidad que se le otorga desde las altas esferas, dejando recaer toda la responsabilidad sobre el individuo, para, de este modo, poder aquéllas eludir responsabilidades.

Jesús de la Palma 

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