Cuestiones prácticas

Ayer salimos a comer. Ella es quien marca la agenda de la pareja. También la lúdica. Es un pacto tácito que se ha ido consolidando a través del tiempo. Personalmente he contribuido a ello con la madurez, tras entender que una pareja funciona cuando el hombre obedece a las exigencias prácticas de la mujer. Pondré un ejemplo apelando al discurso de la filósofa Roxana Kreimer: «Dentro del campo filosófico, en promedio, las mujeres nos interesamos más por teorizar sobre cuestiones prácticas, y los hombres en hacerlo sobre cuestiones teóricas. En los congresos de filosofía y en los libros hay más mujeres en ética, que es un área práctica, que en lógica y filosofía de la ciencia. Este interés mayoritario hace que, en promedio, haya más psicólogas mujeres que filósofas mujeres. Por otra parte, este anclaje práctico de la filosofía fue propio de la filosofía antigua, que puso el foco especialmente en la filosofía como arte de vivir». Una vez en el restaurante, elegido por ella, cómo no, nos llamó la atención la camarera, quien estaba embarazada. La curiosidad se nos suscitó por la edad de esta, cercana a la nuestra, sino mayor. Comenzamos entonces a especular sobre si sería el primero y de ahí abrimos el debate, tan de actualidad, sobre el retraso de la maternidad cada vez a edades más avanzadas en las mujeres trabajadoras. Cuando nos íbamos, ella aprovechó el momento del pago para entablar conversación. Le preguntó de cuánto estaba y si era el primero. Yo la esperaba fuera, ajeno a la conversación. Cuando salió, me contó que le había dicho que era su séptimo embarazo. Ambos no dábamos crédito. «Siete niños hoy no los tienen ni los ministros», fue mi reacción. Y es que el de esta mujer es un órdago, todo un desafío a la lógica de una sociedad individualista y de consumo.

Jesús de la Palma 

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