Águeda

No hay muchos personajes en "Los vencejos", la novela de Aramburu. Al menos es así hasta la página quinientos, por donde voy. Es fácil introducirse en la trama. Águeda es uno de ellos. Chica desgarbada, desaliñada, afectuosa y asexual que Toni, el protagonista, rehuye con desdén. Tal y como la dibuja, me resulta el personaje más entrañable de toda la trama. Lejos de compadecerme, me seducen su entrega y autosuficiencia. Hoy domingo planeo leer un rato por la tarde. Seguiré con la novela. Quizá cincuenta páginas. Hasta dónde dé el ánimo. A medio día unos amigos nos han invitado a almorzar. Por la mañana me levanto temprano y antes de nada me pongo un rato con las redes. En Instagram, la "historia" de un profesor joven de filosofía. Es la respuesta de Noam Chomsky a un correo suyo donde le pide ayuda para su doctorado. Chomsky le recomienda autores; elabora una breve lista bibliográfica. Tomo nota de un par de ellos. El joven filósofo, centrado en la teoría política, añade a la captura de pantalla del correo una breve anotación: "Gracias por los consejos teóricos y bibliográficos. Mi único héroe en este lío". Todos necesitamos medirnos frente a alguien: él ha tomado a Chomsky como modelo y se lo hace saber.

Jesús de la Palma 

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