Virgerías narrativas
En mis diarios no hay una sola mentira. Ni la más mínima. Pero me veo obligado, por una fuerza demoníaca externa, a recurrir a todo tipo de virgerías narrativas para no recurrir a la verdad en toda su crudeza. Como se siente el hombre queda para sí, ni siquiera los más allegados saben todo de nosotros; ni siquiera nosotros sabemos todo de nosotros. Un día reventaremos todos por dentro y no quedará nadie en el mundo y el mundo quedará huérfano de testimonio. El verdadero sufrimiento es lo que no se ve, lo que no se entiende. No se ve porque no se puede ver y no se entiende porque no se puede entender; si pudiéramos ver y entender el verdadero sufrimiento los unos de los otros no habría lágrimas para todos.
Jesús de la Palma
Comentarios
Publicar un comentario