Meta, su universo de confianza

Cuando era joven escuché el caso particular de un tal "Madrugas", un señor mayor que había pasado media vida en prisión y que, una vez liberado, ya en la vejez, rompió la cristalera de una cafetería en La plaza de Bibarrambla para volver a ingresar. A no ser que se trate de casos aislados, que poco o nada se comentan, en España aún no hay noticias de ancianos que delincan para ir a la cárcel y así escapar de la pobreza y la soledad, como sucede en Japón. Pero vivimos en un mundo globalizado, y no hay que dar nada por descartado, por muy descabellado que nos parezca. Quizá el metaverso sea la única solución a una realidad económicamente inasumible para la clase trabajadora.

"Si la vida real le resulta insoportable, no se preocupe, hemos creado una realidad paralela para que no se frustre y no se rebele. Usted, disfrute".

 Atentamente, Meta, su universo de confianza.

Jesús de la Palma 

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