La ignorancia, una cosa molesta

Comenta Diotima en conversación con Sócrates que: «Los ignorantes ni aman la sabiduría ni desean hacerse sabios, pues en esto precisamente es la ignorancia una cosa molesta: en que quien no es ni bello ni bueno ni inteligente se crea a sí mismo que lo es suficientemente». De esto deduzco que, aunque el acceso a los libros fuera gratuito (que en cierta medida lo es), y solo con mirar la portada del libro pudiéramos memorizar su contenido, la mayoría seguiría viviendo como hasta ahora: "sin haberse leído un puto libro en su vida". La opinión pública demanda certezas, un mesías que les ofrezca una verdad revelada. Dice Fedro, en el diálogo homónimo: «Fíjate, pues, lo que oí sobre este asunto, querido Sócrates: que quien pretende ser orador, no necesita aprender qué es, de verdad, justo, sino lo que opine la gente que es la que va a juzgar; ni lo que es verdaderamente bueno o hermoso, sino solo lo que lo parece. Pues es de las apariencias de donde viene la persuasión, y no de la verdad».

Jesús de la Palma 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo no soy malo (ficción narrativa)

“Fresas salvajes”, “Olive Kitteridge” y “Panza de burro”

Cuajo