Alabama Mike y Tía Carroll

Hemos ido al XVI Festival de blues y jazz. Han actuado Alabama Mike y Tia Carroll. Como hemos llegado temprano, hemos visto también al grupo de cortesía. Entremedias hemos ido a comer a una pizzería cercana. Aquí hay una importante comunidad italiana y unos restaurantes, por tanto, exquisitos. Hemos pedido pinsa y ñoquis. En un momento del concierto, hemos visto a una periodista mediática que pasaba desapercibida entre un público mayoritariamente extranjero. Ambos, Mike y Carroll, son dos músicos imponentes. Artistas curtidos en el escenario y en la vida. ¿Qué trotamundos no lo es? He podido disfrutarlos en primera fila. Me ha encantado el sombrero de Alabama Mike, con una pluma en el lateral. Llevaba dos dientes de oro y también un anillo. El reloj era dorado y con correa de piel negra. Clásico. Con un pañuelo anudado al cuello, una camisa estampada y un pantalón plisado y unos zapatos acharolados y terminados en punta, tenía aspecto de eso que los americanos llaman "hustler" o "pimp". Tia Carroll ha hecho su aparición descalza, con la pedicura blanca y un vestido fucsia con innumerables transparencias. Siempre que vengo de un concierto me cuesta dormir. En los conciertos se vive la vida aparte. Una ensoñación. Al salir del concierto vuelve la vida prosaica. ¿Cómo dormirán Alabama y Tia? Cada noche en una cama y una ciudad y un país diferentes. ¿Será para ellos el escenario lo prosaico y extraordinario el tiempo en el hogar?

Jesús de la Palma 

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