Una foto furtiva

Sigo a Mircea Cartarescu en Facebook, aunque he de reconocer que aún no he leído nada suyo. En su última publicación aparece en una foto hablando por teléfono en el aeropuerto, al margen de la cola. En el texto que acompaña a la foto explica que se la hizo ella mientras atendía la llamada que le comunicaba que le habían concedido un premio literario importantísimo en México, el Premio FIL de Literatura. Las mujeres nos hacen fotos cuando estamos desprevenidos. Ella también me las hace a mí. Las mujeres enamoradas hacen fotos a sus parejas cuando estos andan despistados. Por ahora es lo único que tengo en común con Cartarescu: la foto furtiva. Pienso en su premio y recuerdo que yo nunca he ganado un premio. Solamente me han publicado un par de relatos en un periódico, pero sin llegar a la final del concurso. Antes tenía ínfulas, nada pretencioso; las ínfulas propias de un joven que sueña. Hoy miro a Cartarescu con distancia y serenidad, sin la ambición propia de la juventud. En la edad adulta no se deja de soñar; dejar de soñar o no nada tiene que ver con la edad, sino con las circunstancias. Ni siquiera un enfermo terminal que, ayudado por la medicación, esquive los síntomas más penosos, perderá la esperanza de vencer a la enfermedad.

Jesús de la Palma 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo no soy malo (ficción narrativa)

“Fresas salvajes”, “Olive Kitteridge” y “Panza de burro”

Cuajo