Paseo marítimo
Antes hemos ido a caminar por el paseo marítimo. En paralelo hay una pequeña plaza y es la segunda vez que vemos a una pareja de mayores que caminan de un lado al otro, al modo del prisionero que se ejercita entre cuatro paredes. Nos hemos preguntado que cómo podía ser aquello. Cuando volvíamos, allí seguían, caminando de pared a pared. También nos hemos fijado en dos jóvenes que se abrazaban en las rocas, contemplando la infinitud del océano. «A esa edad la vida es para siempre», le he dicho yo. Y ella ha sonreído y asentido. Es el segundo día que vamos. Hemos visto al mismo gato que ayer. Tiene collar y no es arisco, así que le he acariciado un poco la cabeza. De pasada le he hecho un comentario a ella sobre el libro que me estoy leyendo, algo sobre la diferencia entre ética y moral. Hemos hablado de nosotros y le he hecho un gesto que nos es característico y se ha reído. La pareja es un un mundo aparte, con lenguaje y costumbres particulares. Cuando hemos llegado hemos puesto la tele: First Dates. Ha habido una pareja de jóvenes que nos ha gustado. El resto han hablado de sexo, independientemente de la edad. Es muy común que se pregunten cosas como: «¿A ti que te gusta hacer?», o, «¿qué es lo más atrevido que has hecho?». Es el segundo día que vemos el programa tras bastantes meses. Ayer, cuando terminó, pusimos Taxi Driver; hoy hemos apagado la tele y hemos seguido charlando de nuestras cosas.
Jesús de la Palma
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