Amor y odio

Alguien te dice que no se puede vivir consumido por el odio, y otro te dice que todo pasa, que nada es para tanto, y mientras, tu corazón se desangra, tu mente te inhabilita para articular razones y tu cuerpo padece un fatal rígor mortis. Después abres un libro y lees una frase de Marta Frayde: "No es que odie, es que no he perdido la memoria". Y entonces comprendes que ahí fuera, en el universo de la opinión, todo se eleva por un princio de gravitación, donde la mente es atraida por la más estrafalaria vacuidad; ahora solo quieres huir del ruido, alejarte de las sombras, ser en la intimidad, a todo riesgo; contigo y contra ti. Piensas ahora de forma natural en el único refugio posible fuera de este mundo: el amor. Y entonces entiendes el porqué de ese vicio tan mezquino. ¡No hay alternativa!

Jesús de la Palma

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