Filosofía de la redención

Tenía este libro en mente desde hacía tiempo, finalmente lo compré en frebrero y lo he tenido en reposo hasta hace unos días; me sucedía con él como con esas prendas que tanto nos gustan, pero que no nos atrevemos a utilizar por si se estropean; en este caso, como una reliquia; similar a una Biblia, que se compra y se deja en el estante. Era un libro "que había que leer", y en cuanto a algo se le otorga el título de imprescindible, deja automáticamente de parecérnoslo; como esa prenda básica del armario que siempre esta ahí, tentándonos, pero que nunca nos decidimos por ella, hasta que un día nos la probamos y termina por envolvernos. Eso mismo me ha sucedido con Filosofía de la redención, una obra dinámica, con la profundidad adecuada, irrigadora de una sensibilidad y sabiduría sobresalientes, lo cual implica que resulte amena, asequible (al menos a mi entender); una obra compendiosa, multidisciplinar (ética, estética, política y metafísica), con una introducción y un prólogo que la enriquecen aún más si cabe, dotando a la edición de un valor extraordinario. Podría escoger cientos de citas (no he dejado de subrayar), pero elijo esta, al azar: "Donde mejor y más perfectamente se refleja el ser humano es en el drama. En este, hablan y actúan los personajes mismos, desvelando sus rasgos característicos más ocultos. Un buen drama no ha de mostrar cómo se ha de pensar, sentir o actuar, sino cómo se actúa, se siente y se piensa de hecho en el mundo; ha de mostrar el triunfo de la maldad y la caída del justo; la fricción entre los individuos. (...) En este caso, Shakespeare ha de ser considerado el más grande dramaturgo realista de todos los tiempos".

Jesús de la Palma (15/09/2020)

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