Silencio

Escribir como antídoto contra la realidad, pero no para escapar de la misma, sino para ahondar a tal punto que el ruido ensordecedor de la superficie desaparezca. "El agua se aprende por la sed y el amor, por el hueco de la memoria", nos dice Emily Dickison en un poema. Sor Juana Inés de la Cruz, por su parte, en "Primero sueño", esto: "Todo, en fin, el silencio lo ocupaba, aun el ladrón dormía, aun el amante no se desvelaba...". Escribir, pues, para que el silencio nos abrace con su cálido silencio y olvidarnos de existir, puesto que no es otra cosa el vivir.

Jesús de la Palma

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