Hacer cola es una profesión

En su librito "Por qué se cuece el niño en la polenta", librito, por cierto, que marcó un hito en mi vida como lector, Aglaja Veteranyi relata sus experiencias y sensaciones durante la sanguinaria dictadura de Nicolae Ceauşescu, y nos dice cosas de este calado: "El dictador es zapatero de profesión, ha comprado sus diplomas en la escuela. No sabe ni escribir ni leer, dice mi madre, es más tonto que una tapia. Pero una tapia no mata, dice mi padre". También esta otra: "En mi tierra hacer cola es una profesión". Hoy, en España (aunque intuyo que no es un problema endémico), independientemente del signo político, los gobernantes también compran sus diplomas en la escuela y son, si no tontos, sí sordos como tapias, en cuanto a las necesidades de la ciudadanía; por su parte, y esto sí es a nivel mundial, hacer cola se ha convertido en una profesión.

Jesús de la Palma

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