La lectura

Dejo a un lado "Memorias del subsuelo", de F. Dostoiesvky, por no poder concentrarme ante la inminencia de un viaje, y pienso que "no hay nada tan íntimo como la lectura". Se me ocurre esta frase mientras pienso en un preso, perteneciente a la Hermandad Aria, que declaraba en un documental titulado "America's hardest prisons", que "no hay nada tan íntimo como el asesinato". Independientemente del prisma moral con que se aborde la cuestión, el asesinato es la vacuidad en sí misma, el acto vacío por antonomasia, es un impulso, atroz, sí, pero un simple impulso, nada hay de introspectivo en el asesinato; la lectura, en cambio, es un acto meditado, donde se está a solas, absolutamente a solas, con el narrador.

Jesús de la Palma

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