No nos acordamos de lo que comimos ayer; aun así, todos queremos dejar rastro, un legado memorístisco cuando abandonemos esta cuenca de tribulaciones que es la vida. Hoy todos saben quien es Cervantes, pero apenas unos pocos lo han leído; cuando pasen siquiera un par de cientos de años, todos sabrán quien es Michael Jackson, pero apenas unos pocos lo habrán escuchado, y aun teniendo todo esto en consideración, yo, como tantos otros, sigo escribiendo aquí y allí con aires de vencedor, cual hidalgo quijotesco, pensado que algún día, cuando falte, habrá quien que se acuerde de mí y eche mano de mis testimonios, buscando norte o consuelo.

Jesús de la Palma

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo no soy malo (ficción narrativa)

Lecturas nocturnas

“Fresas salvajes”, “Olive Kitteridge” y “Panza de burro”