Los olvidados

Seguimos, los españolitos de a pie, "los olvidados", como diría Buñuel, sin ponernos de acuerdo, cada uno tirando de un extremo de la cuerda, arengados por la clase política y sus voceros. Seguimos siendo la España a la que Serrat le cantaba aquello de "hay una España que muere y otra que bosteza", y por eso clamo por el individuo del que nos habla Stirner en "El único y su propiedad". Ni comunistas ni fascitas, tampoco moderados de izquierda o de derecha. El mundo, nuestro mundo, no avanza, se tambalea de un lado a otro, y eso es lo que entendemos por evolución. "La humanidad no se reconoce más que a sí misma, no tiene más objeto que el de la humanidad, su causa es ella misma", nos dice Stirner en uno de los textos más elevados sobre la conciencia individual. No, no evolucionaremos mientras no nos busquemos los unos a los otros, linternas en mano, en la oscuridad de nuestras conciencias.

Jesús de la Palma

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