—Me da igual morirme —dijo el hombre—. Pero no me deje aquí solo. —A mí también me da igual morirme. De hecho, me gustaría, siempre que sea rápido. Elizabeth Strout, “Olive Kitteridge”. ***** “Cuando se acababa la novela y las nubes nos golpeaban el tope de la frente, a Isora le invadía una tristeza extraña, como lejana, así como un martilleo era su tristeza, como un picapinos perforando la madera piquipiquipiquipiqui y repetía me quiero quitar la vida, me quiero morir. Y lo decía así, con esas palabras, como si tuviera cincuenta años y no diez”. Andrea Abreu, “Panza de burro”. ***** El fotograma pertenece a “Fresas salvajes”, de Ingmar Bergman.
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