Rousseau, "Sobre el origen de la desigualdad".

"Las calamidades públicas son la expectativa y la esperanza de una multitud de particulares. Unos quieren enfermedades, otros mortandad, otros guerra, otros hambre; he visto hombres horribles llorar de dolor ante las probabilidades de un año fértil, y el vasto y funesto incendio de Londres (ocurrido en el año 1666), que costó la vida o los bienes a tantos desgraciados, hizo quizá la fortuna de más de diez mil personas".

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