L. Feuerbach, "Pensamientos sobre muerte e inmortalidad".

"En verdad, vemos cómo un gran número de nuestros contemporáneos vuelven sus ojos a la antigüedad y se esfuerzan en recrearla sin variación alguna, tal como si los ríos de sangre de los tiempos pasados hubieran corrido en vano. (...) La Historia nos enseña en efecto que precisamente, cuando algo está a punto de su total declinación, se levanta todavía una vez con toda su fuerza, como si quisiera de nuevo volver a comenzar su curso vital ya concluido. A nada tiene mayor inclinación el común hombre carnal que a considerar el presente como algo último, absoluto e insuperable, e interrumpir en ese presente el movimiento de la historia".

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